En verano el interior de los bares y restaurantes no los quieres ni ver, a no ser que el calor sea tal que prefieras estar a salvo con el aire acondicionado. El buen tiempo, sobre todo en primera línea de playa, invita a pasar un rato en la terraza junto a una buena compañía y una bebida que nos refresque. Es época de eso, de terminar de trabajar, o salir de la playa para los que tienen la suerte de estar de vacaciones, e irse a una terraza a terminar de pasar la tarde. ¿El problema? Que ahora en muchas la caña te la tienes que beber a contrarreloj.
Probablemente ya te habrás encontrado con algún bar que haya tomado esta medida y, nada más sentarte, ves que en la mesa o en la entrada del bar hay un cartel que te indica que tienes 15 minutos para tomarte un café o alrededor de media hora para una cerveza o una copa. Sí, una plaza en una terraza tiene cada vez más valor y prima la ley de, o sigues consumiendo, o pagas y te levantas.
Un bar de Bilbao, como destaca Informativos Telecinco, solo tiene tres mesas en su terraza, por lo que para sacarle la máxima rentabilidad da 15 minutos para tomarse un café, 25 para una cerveza, 35 para un cubata y 40 para comerse un bocadillo. “Que vayan consumiendo más o que dejen paso a otros clientes”, explica su propietaria a los informativos, que comenta que hay clientes que se enfadan porque se les queda corto el tiempo de que disponen.
Esto no solo ocurre en este bar de Bilbao, también en muchos locales de Barcelona. La pregunta que muchos clientes se habrán hecho probablemente sea la de: ¿es legal? Bien, según señalan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), es un tema controvertido, pero no existe norma alguna que limite o prohíba este tipo de prácticas por parte de los hosteleros sobre el tiempo que puede disfrutar un cliente del servicio prestado.
Por eso mismo, la OCU apunta a que, siempre que el local ofrezca la información de forma clara y con anticipación, no existe ningún tipo de incumplimiento por parte del establecimiento.
Con esta medida los hosteleros pretenden sacar la máxima rentabilidad al consumo en terraza justo ahora, que es temporada alta, teniendo en cuenta que muchos bares cobran un plus por el servicio al aire libre. No obstante, desde la Confederación Empresarial de Hostelería de España son más cautos, ya que puede volverse en contra a medio o largo plazo si esto provoca un descontento en los clientes que opten por ir a otro bar en el que no haya restricciones de tiempo para tomarse una caña. Sin embargo, también apuntan que el consumidor debe tener responsabilidad y no puede estar una tarde entera ocupando una mesa tras solo haber pedido, por ejemplo, un café.