La subida de precio es una realidad y está generalizada. La cesta de la compra es un 10% más cara que hace exactamente un año y la inflación no parece que haya tocado techo. pasear por los pasillos del supermercado da vértigo y algunas empresas del sector alimentario se están aprovechando para enmascarar de alguna forma esa subida y así ponerse por delante de sus competidores. ¿Cómo hacen eso? Muy sencillo, en lugar de ofrecer el mismo producto por más precio, ofrecen menos producto por el mismo. Esto es lo que se conoce como reduflación y la OCU lleva meses advirtiendo sobre ella. Te contamos cuáles son los productos en los que se ha utilizado esta técnica, desde alimentación, a higiene y droguería.
Sí, con 'peros'. se puede recurrir a la reduflación siempre y cuando se refleje esta reducción de cantidad en el peso del producto. Sin embargo, para la OCU puede suponer una práctica de competencia desleal porque lleva a confusión: “El consumidor no tiene una información completa sobre la verdadera naturaleza y características del producto, induciéndole a tomar decisiones erróneas que pueden afectar a los fabricantes que suben de forma clara el precio, y que se pueden ver penalizados frente a los que enmascaran las subidas con reducciones en la cantidad de producto”.
Por eso, ha procedido a denunciar a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV) a varios fabricantes basándose en los resultados de un estudio en el que un 7% de los 238 productos analizados para los controles de precios que realiza periódicamente habían reducido su tamaño. Se trata de pequeñas diferencias de tamaño, como poner 10 gramos menos de embutido en el envase y seguir vendiéndolo a un euro.
Entre los productos en los que la OCU ha identificado una bajada de peso sin variación del precio se encuentran:
Junto a ellos hay más, de pasta a galletas, de paquetes de compresas a botellas de suavizante que presumen de mantener el precio, pero que en realidad están dando menos por lo mismo.