A todos nos ha pasado alguna vez: ponemos una lavadora y al ir a recoger la colada limpia descubrimos que una de nuestras prendas ha perdido su tamaño original, ya sea porque su tejido era de mala calidad o porque hemos cometido un error al configurar el programa de lavado.
Tener que deshacerse de una prenda nunca es plato de buen gusto, aunque la cosa empeora cuando la prenda en cuestión era nueva o formaba parte de nuestros outfits favoritos. Para evitar estos incómodos momentos, es fundamental que nos fijemos bien en la etiqueta de nuestra ropa, donde aparecen todas las instrucciones sobre su lavado, y que elijamos correctamente el programa de nuestra lavadora. Y es que aunque normalmente solo se utilicen un par de funciones de este electrodoméstico, la lavadora tiene una amplia variedad de programas diseñados para tratar distintos tipos de tejidos.
Pero ¿qué ocurre cuando ya es demasiado tarde? ¿Hay alguna posibilidad de hacer que mi ropa vuelva a su tamaño original después de que haya encogido en la lavadora? Si te encuentras en esta situación y te niegas a deshacerte de ese jersey o sudadera que tan buenos momentos te ha dado, tenemos buenas noticias: sí, existen varios trucos completamente caseros que pueden hacer que recuperen su forma original. Aunque si no quieres correr riesgos, recuerda: para la próxima, no te olvides de mirar la etiqueta.
El suavizante es un producto que ablanda las fibras de la ropa e, igual que lo utilizamos dentro de la lavadora, podemos utilizarlo fuera de ella para hacer que nuestras prendas encogidas recuperen su forma original.
Para poner en práctica esta solución, necesitaremos 250 mililitros de suavizante y un litro de agua tibia. Cuando tengamos ambos productos, tendremos que mezclar el suavizante con agua y sumergir nuestra prenda encogida durante unas 24 horas.
Transcurrido este tiempo, tendremos que estirar la prenda con cuidado y colgarla al aire libre sin escurrir. Pasado un tiempo, comprobaremos cómo ha quedado.
El champú de bebé es un producto bastante efectivo para devolver la ropa a su tamaño original, y es especialmente recomendable si la prenda afectada es de tela gruesa.
Para aplicar este remedio, se necesitan 60 mililitros de champú de bebé y agua caliente, aunque si queremos obtener mejores resultados también podemos añadir un poco de acondicionador.
Una vez tengamos todas las partes, tendremos que mezclar el agua caliente con el champú en un barreño y sumergir la prenda durante 12 horas. Transcurrido este tiempo, tendremos que estirarla con cuidado hasta que recupere su tamaño original, escurrirla y dejarlo secar.
Seguimos con los productos capilares, aunque esta vez nos vamos hasta el acondicionador, un artículo que, aplicado sobre la ropa, funciona de manera semejante a un suavizante.
Para llevar a cabo este remedio, necesitaremos 60 mililitros de acondicionador y agua tibia, aunque, de manera opcional, también podemos añadir 60 mililitros de vinagre para mejorar los resultados. Cuando tengamos todos los productos, tendremos que mezclar el acondicionador con el vinagre y el agua en un barreño y sumergir la prenda afectada durante unos 20 minutos. Transcurrido este tiempo, tendremos que estirar la prenda con cuidado, intentando que recupere su forma original, y tenderla.
Si hay un producto que aparece en todos los remedios caseros, ese es el bicarbonato, un artículo multiusos que puede utilizarse tanto para cuidar las plantas como para limpiar las manchas más complicadas.
En este caso, además de bicarbonato, del que utilizaremos 20 gramos, necesitaremos también 250 mililitros de vinagre blanco y dos litros de agua caliente. Cuando tengamos todos los productos, lo primero que haremos será el bicarbonato en agua. Tras esto, sumergeremos la prenda y la dejaremos en remojo durante una hora.
Pasado este tiempo, disolveremos en otro recipiente el vinagre blanco en el agua restante y enjugaremos aquí la prenda afectada. Tras esto, la escurriremos con cuidado hasta que deje de gotear y la dejaremos a secar en una superficie plana.