Los precios de la alimentación registran su mayor alza en 34 años, según el último estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) que desde entonces evalúa el coste de la cesta de la compra y ha detectado una subida de un 15,2% respecto a los precios del estudio del año pasado, superando ampliamente el IPC del periodo. El dato es el mayor de la serie histórica que realiza la OCU.
Si elegimos bien el establecimiento donde compramos, podemos conseguir un ahorro anual de 994 euros. No es poco, sobre todo si tenemos en cuenta que esos casi mil euros suponen un 18% del presupuesto total de las familias españolas para llenar la cesta de la compra, porque el gasto medio anual por hogar para hacer la compra en el súper es de 5.568 euros este año. Al equiparar las cifras entre establecimientos, la OCU concluye que han subido los supermercados más baratos, en tanto los caros han mantenido sus precios. De esta forma, se ha acortado la diferencia entre ellos.
Según la OCU, de los hipermercados, Alcampo es la opción más barata para hacer la compra en 27 ciudades del estudio (de hecho, de todos los supermercados analizados por la OCU, el más barato es el Hipermercado Alcampo de Coia en Vigo.). Le siguen Mercadona (en 10) y Supercor(en 7). Por cadenas, las más baratas son Tifer, Supermercados Dani y Family Cash. Las más caras Sánchez Romero, Ulabox, Nova Venda y Amazon.
En esta ocasión, se trata de una subida generalizada que, además, se da por primera vez en todas las cadenas y que supera ampliamente el IPC del periodo, pero ¿qué productos suben de precio?
La mayor caída, en porcentaje, la experimentaron los vinos de aguja (un -28,4%). En su lugar, se ha incrementado la ingesta de vinos con indicación geográfica protegida (un 1,7%). También hemos aumentado el consumo de otros aceites (ni de girasol ni de oliva) como los aceites de linaza o coco cuyo consumo aumentó un 10%, para compensar el alto precio de los otros (aunque no sus mayores beneficios).
La imparable subida del precio de los alimentos se refleja no solo nuestra cesta de la compra, también en nuestra dieta. Los hogares españoles se han visto forzados a adaptarse al incremento de precios consumiendo menos carne, menos pescado, menos huevos y menos pan. Así se contempla en el último informe publicado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Los productos cárnicos son los que más hemos dejado de consumir (su ingesta ha descendido más de un 16% en el último año). La compra de pescado también se ha reducido un 14%. El pan, un 9,4% y los huevos, un 8,5%.
En total, los hogares españoles adquirimos un 8,8% menos de productos alimentarios. Un dato descorazonador si tenemos en cuenta que, a pesar de ello, solo conseguimos reducir un 5,1% el gasto. Nuestros esfuerzos por introducir cambios en los hábitos de consumo de nuestras familias, reduciendo el número de kilos o litros adquiridos, o el tipo de productos, no siempre se ven reflejados en el ticket de la compra. Por ejemplo, los españoles ingerimos 45,1 millones de kilos de huevos menos, pero pagamos 17 millones de euros más por ellos.
Pasa lo mismo con la leche, su consumo se redujo un 6,4%, pero la evolución de su valor aumentó un 2,2%. Y sucede también con los dulces procesados (bollería, pastelería, galletas y cereales), chocolates y cacaos; café e infusiones; arroz; pasta; aceite de oliva y de girasol; patatas procesadas; platos preparados; gaseosas y refrescos. Los españoles hemos consumido todos estos productos en menor cantidad, pero hemos pagado más por ellos que hace un año.