La TUR, siglas con las que se conoce a la Tarifa de Último Recurso, es una tarifa de gas regulada por el Gobierno que se caracteriza por fijar sus precios de manera trimestral a través de una subasta en el mercado regulado español.
Creada en 2008, esta tarifa tiene el objetivo de proteger a los pequeños consumidores de las oscilaciones del mercado energético y se comercializa de manera exclusiva a través de cuatro comercializadoras: Comercializadora Regulada Gas&Power, del Grupo Naturgy, Energía XXI, del Grupo Endesa, Curenergía, del Grupo Iberdrola, y Baser, del Grupo Total Energies.
Hasta hace tan solo unos meses, la tarifa TUR era prácticamente una desconocida para la población española. De hecho, según los datos del último boletín informativo de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) publicado el pasado mes de septiembre, a fecha de 31 de marzo tan solo un 19,12% de la población optaba por esta opción, frente al 80,88% que apostaba por la tarifa del mercado libre.
La escalada que ha experimentado el precio del gas a raíz de la guerra de Ucrania y el miedo a un invierno especialmente caro ha incrementado, sin embargo, su popularidad entre los usuarios. Y es que tal y como señalan desde la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), actualmente la TUR es la tarifa más económica del mercado.
En concreto, desde la organización señalan que en el escenario actual el coste anual del suministro de gas natural en el mercado libre duplica, triplica e incluso puede llegar a cuadriplicar el coste de la TUR, que desde octubre del año pasado está limitada por ley y no puede incrementar su precio más de un 15% en cada revisión trimestral.
A pesar de que la OCU recomienda a los usuarios cambiar su tarifa del mercado libre al mercado regulado, el acceso a la TUR está limitado a los usuarios con un consumo de gas anual inferior a los 50.000 KWH anuales.
Este límite de consumo deja fuera de la tarifa, por tanto, a las empresas, pero también a las comunidades de vecinos con calefacción con gas centralizada, que superan este límite.
Para poder proteger a los usuarios de estas comunidades de vecinos de las posibles oscilaciones que pueda experimentar el precio del gas en el actual contexto global, el Gobierno aprobó el pasado 18 de octubre una nueva tarifa TUR a la que podrán acogerse.
Bautizada como TUR de ahorro vecinal, esta tarifa, que se incluye dentro de un paquete de medidas de ahorro energético, está abierta a todas las comunidades de propietarios que tengan calefacción central y un consumo superior a 50.000 KWH anuales, pero para poder acceder a ella es necesario cumplir con una serie de condiciones.
En concreto, según recogen desde el Ministerio de Transición Ecológica, para poder contratar la nueva tarifa TUR es necesario:
El traslado a la tarifa regulada deberá solicitarlo el presidente de la comunidad de vecinos o, en su defecto, un representante. Para poder proceder con el cambio, deberán ponerse en contacto con cualquiera de las cuatro compañías que comercializan esta tarifa.