El precio en la factura de la luz ha dado una tregua si contamos como ejemplo el pasado viernes 27 de enero, cuando el precio medio se situaba en los 45 euros por megavatio hora, un 33% menos que el día anterior y casi un 81% respecto al mismo día de 2022. No obstante, desde el estallido de la guerra en Ucrania, la Unión Europea vive una crisis energética que ha dado lugar a un aumento exponencial de los precios de la energía, y que se nota en las facturas de los consumidores.
Estas subidas en el precio de la electricidad ha alcanzado unas cotas cada vez más elevadas durante los últimos meses que preocupan mucho a los ciudadanos. Y es que, aunque el precio que se publica cada día es igual en todas partes, existen diferencias entre las distintas comunidades autónomas, ya que en estos costes influyen los impuestos territoriales, las ayudas o la climatología por lo que el precio que se paga en cada ciudad es distinto.
Pero, ¿en qué zonas de España se destina más dinero para pagar la luz? El comparador de tarifas, Selectra, ha llevado a cabo un estudio en el que revela el impacto de la factura eléctrica en función de la renta media de cada Comunidad Autónoma y provincia del país durante 2022.
A nivel general, la factura de la luz anual media de 2002 ha sido de 1.344 euros en todo el país. De tal manera que los españoles han destinado cerca del 5,92% de su renta disponible para abonar las facturas de dicho año. En este sentido, el porcentaje de renta que los españoles dedican a abonar sus facturas se ha incrementado con respecto a 2021, cuando se destinó el 4,15%.
Por comunidades, Andalucía y Extremadura son las que destinan un mayor porcentaje de sus ingresos, seguidas de Castilla-La Mancha. De acuerdo con el estudio, la renta media disponible anual de los extremeños es de 17.710 euros, "de los cuales un 7,59% lo emplearán en pagar la factura de la luz". En cuanto a los andaluces, que con una renta de 19.343 euros, destinarán un 6,95% a las facturas. Por su parte, el porcentaje que abonarán en Castilla-La Mancha será del 6,83%, seguida de las Islas Canarias (6,73%) y Murcia (6,53%).
En el lado opuesto, las comunidades de País Vasco y Navarra son las que menos parte de su renta destinarán a pagar las facturas eléctricas, con un 3,55% y un 3,79%, respectivamente. "Coincide que ambas comunidades tienen las rentas medias más elevadas del territorio nacional, con 37.863 euros los vascos y 35.430 euros los navarros, así como su propio organismo de Hacienda". Por su parte, la Comunidad de Madrid destinará un 4,65%, mientras que en Ceuta será del 4,87% y en Melilla del 5,10%.
Cuando se habla de pobreza energética en países desarrollados como España, se refiere a la imposibilidad de los clientes de hacer frente a los costes de la energía consumida, de la ausencia de posibilidades de implementar la vivienda para que ésta sea eficiente o bien de aquello consumidores que están consumiendo menos de lo que verdaderamente necesitan para no tener problemas en los pagos.
El Informe de Indicadores de Pobreza Energética en España en 2021 de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia de Comillas, muestra que 4,5 millones de personas se retrasaron en el pago de sus facturas, lo que se traduce en un 9,5% del total de hogares. Según esta investigación, en España hay 2,7 millones de hogares en situación de pobreza energética, tomando como referencia el umbral de la renta mínima estándar, que es el Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
Además, el estudio sentencia que ha aumentado el número de hogares que sufren pobreza energética oculta, que se produce cuando su gasto en energía es menos de la mitad del que necesitarían para satisfacer sus necesidades y que se produce porque no pueden asumir ese gasto. Está motivado, entonces, por el miedo a afrontar facturas elevadas. Esta situación se ha acentuado y, según el informe, ha pasado de afectar al 25,2% de hogares en 2019 al 31,2% en 2021.
De esta manera, y según el estudio, cuando un hogar declara que no puede mantener su vivienda en unas condiciones de confort mínimas en invierno, se encuentra en pobreza energética oculta. Pero hay una situación aún más complicada, la situación de pobreza energética oculta severa, que es cuando el gasto es inferior a una cuarta parte del necesario. Según los datos reflejados, el 4,8% de hogares sufría pobreza energética oculta severa en 2020, mientras que en 2021 fue el 10,3%, más del doble.