¿Qué debo hacer cuando el suavizante se queda en el cajón de la lavadora?
Si detectas que la lavadora no utiliza el suavizante durante el lavado, puede existir una obstrucción o atasco en el cajetín de los detergentes
Esto puede ser causado por varias razones y normalmente no es un mal funcionamiento del producto
Cuatro señales de que tu lavadora está hecha un asco y necesita una limpieza
El uso del suavizante es imprescindible para que nuestra ropa quede limpia y perfumada. Por eso, si detectas que la lavadora no utiliza el suavizante durante el proceso de lavado y que, por el contrario, este se queda acumulado en la jabonera, puede que exista un taponamiento o atasco en la cajeta de los detergentes. La mayoría de las veces se debe a una acumulación de restos de suavizante en el cajetín, en el sifón, y en ocasiones, incluso, en los orificios por donde el agua accede al cajetín. Sea como sea, este problema es más común de lo que creemos.
Tres motivos por los que la lavadora no coge el suavizante
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Las lavadoras tienen un mecanismo automático y diseñado a la perfección. El suavizante debe irse en la fase de lavado, es aquí donde este se mezcla con el agua para lograr la limpieza y el aroma a tu ropa, si no es así puede ser por estos motivos:
- Si la lavadora se traga el suavizante antes de tiempo: la mayoría de las veces esto es porque le echamos más suavizante de lo debido y, aunque no sobrepasemos el máximo marcado, si lo dejamos muy próximo al límite luego la lavadora se traga el suavizante antes de tiempo, la ropa no huele y además es muy probable que tampoco esté bien lavada. El cajón del suavizante tiene un funcionamiento muy sencillo, pero a la vez muy eficaz. Funciona básicamente como el desagüe de un patio. Cuando el líquido sobre pasa el nivel, se vacía entero.
- Cuando la lavadora no se traga el suavizante y se queda en el cajón: si cuando termina la lavadora el suavizante esta por completo tal y como lo echamos, puede ser que la electroválvula no esté funcionando bien. Hay una manera sencilla de comprobarlo. Ponemos un programa cualquiera. Prácticamente todos empiezan cogiendo un poco de agua por el compartimento del prelavado, mueven un poco el tambor y luego cogen el resto del agua por el compartimento del lavado. Si no es así, o vemos que coge agua con poca presión, tenemos un problema con la entrada de agua.
- El compartimento del suavizante está lleno de agua al terminar el lavado: por otro lado, si cuando termina el ciclo de lavado, el compartimento de suavizante está lleno de agua, es otra historia. Hay que sacar el cajón, que cada fabricante le pone sus trucos. Aunque normalmente solo tienen una pestaña de fin de recorrido que hay que presionar a la vez que tiras suavemente de la jabonera. Si los tapones que sirven para que la lavadora coja el suavizante están muy sucios, y los orificios también toca limpieza. Desmóntalos y al fregadero con agua, el estropajo y un cepillito. Una buena limpieza de vez en cuando se agradece. Después de limpiarlo, pon el cajón lo más horizontal posible y echa agua poco a poco en el departamento del suavizante. Para antes de llegar al máximo y observa cómo no pasa nada. Sin embargo, si echamos un poco más de agua, y sobre pasamos la marca de máximo veremos como empieza a caer el agua por detrás del cajón y nuestro compartimento de suavizante se va vaciando. Si es así, ya está limpio.
Nueve pasos rápidos para ponerle solución
- Comprueba directamente si existe algún tipo de problema con el suministro de agua. Si el suministro de agua es normal, pero no se dispensa el suavizante, el dispensador puede estar embozado.
- Limpia el interior del dispensador, para ello, debes tirar del mismo y llevarlo hacia afuera hasta que dé con el tope. Para lavadoras de tambor, pulsa y mantén presionado el centro de la tapa de la cubierta, procede a tirar de ella. Para otro tipo de lavadoras, solo retira el dispensador y limpia.
- Deberás retirar la tapa del dispensador de suavizante y comprobar si en efecto existe una obstrucción o taponamiento en el conducto. De ser así, puedes proceder a limpiar el conducto con un cepillo pequeño de manera suave y segura.
- Vuelve a colocar la tapa del dispensador del suavizante que habías retirado.
- Comprueba ahora el funcionamiento correcto del dispensador.
- Agrega un poco de suavizante en el dispensador sin sobrepasar la línea de seguridad, y empuja para llevarlo a su sitio.
- Selecciona el tiempo de enjuague y presione el botón de inicio.
- Cuando se haya completado el suministro de agua, retira el dispensador para observar si el suavizante se libera correctamente.
- Cuando el suavizante está concentrado, este no se dispersará. Si acostumbras a usar este tipo de suavizantes concentrados, lo mejor es que procedas a diluirlos con un poco de agua antes de aplicarlo en el dispensador.