Disponer de una previsión fiable del gasto económico a la hora de viajar sobre todo de vacaciones da tranquilidad. Solemos tener claro el precio del alojamiento y una estimación del coste de las dietas, visitas guiadas, entradas a museos, musicales, festivales o actividades de ocio. Sin embargo, a veces olvidamos que si vamos en coche es necesario llenar el depósito, lo que incrementa el presupuesto total necesario. En Uppers vamos a enseñarte cómo calcular el gasto de gasolina de tu viaje.
El combustible, aunque ha bajado bastante en comparación con los precios de unos meses atrás, sigue siendo caro. Además, las distribuidoras aprovechan el incremento de la demanda ante las vacaciones y el buen tiempo para subir el coste por litro. No hace falta que lleguen los meses de julio y agosto, en cuanto las temperaturas se suavizan la gente aprovecha el fin de semana para salir de las ciudades de visita turística, al campo o a la playa y lo habitual es coger el coche. Ya ante esas circunstancias los precios en las estaciones de servicio empiezan a subir paulatinamente.
El hecho de saber el gasto en combustible del coche propio permite organizarse mejor económicamente hablando. En el momento de la compra de ese vehículo, en el concesionario informan de un consumo estimado del modelo en concreto. Ya al volante la cosa cambia y mucho. Cada persona conduce de una forma distinta, más suave o más brusca, por autovía, por carretera, por ciudad, semáforo tras semáforo o rotonda tras rotonda.
También influye si el vehículo va con un ocupante o lleno, con el perro y con el maletero cargado, la capacidad del depósito, la media de consumo por kilómetro, etcétera. Todas estas peculiaridades repercuten directamente en el consumo de gasolina o diésel y por tanto en el presupuesto para la vida diaria. En un viaje la rutina desaparece, pero en seguida se genera otra que es la rutina vacacional: hay un trayecto de ida y otro de vuelta del destino y unos recorridos para hacer excursiones, ir a comer, salir a cenar, etcétera.
Los vehículos actuales incorporan en el ordenador de a bordo una función que informa de los kilómetros que se pueden recorrer según va bajando el nivel del depósito de gasolina o diésel. El problema es que esa información es muy aproximada y se calcula en función de los trayectos rutinarios. Es muy habitual que señale que todavía se pueden recorrer 120 kilómetros y en cuestión de unos minutos salte el aviso de reserva. Se debe a que son cálculos estimados y medias que no tienen porqué servir de un día para otro, ya que por supuesto los recorridos cambian.
Eso mismo va a suceder cuando se sale de viaje. Nada tiene que ver un lunes cuando se coge el coche para llevar a los hijos al colegio calle arriba y atravesar dos rotondas para luego hacer media hora de carretera y cinco minutos de semáforos hasta el trabajo, que salir de viaje y circular por carretera a una velocidad estable durante varias horas.
A la vista de todo ello parece complicado calcular el gasto de gasolina cuando se utiliza el coche para llegar al destino vacacional. Sin embargo, es sencillo y solo hay que iniciar los cálculos con unas semanas de antelación a la salida.
Estos son los pasos para calcular el gasto en combustible del vehículo en el que se va a viajar:
La fórmula matemática es dividir los litros de gasolina entre los kilómetros recorridos y multiplicarlos por cien. Es decir, se multiplica el número de litros de combustible que vamos a consumir en nuestro viaje por 100 y después, el resultado, se divide por los kilómetros que permite hacer el vehículo con el depósito lleno. Lo siguiente es multiplicar el resultado por el precio del litro de combustible y de ese modo se conoce el dato del gasto real.
Un ejemplo sería el siguiente: desde que se llena el depósito hasta que baja hasta la reserva se ha circulado durante 650 kilómetros y se ha comprobado de antemano que se han consumido 45 litros. Al multiplicar 45 por 100, se obtiene un dato de 4.500. Después, se divide 4.500 entre los 650 kilómetros. La cifra resultante, que es 6’92, es el total de litros de combustible que consume el coche por cada 100 kilómetros. Por último, se multiplica este dato de 6’92 litros por el precio del litro de combustible que carga. Así es como se puede saber el gasto real por cada 100 kilómetros recorridos y elaborar un presupuesto exacto para el viaje.