Por lo general se suele hablar del aire acondicionado o climatizador como elementos de confort, pero también forman parte de la seguridad del vehículo. En España, casi todos los coches nuevos que se venden incluyen aire acondicionado de serie, algo que se ha convertido en casi imprescindible, sobre todo en la mitad sur del país, donde las temperaturas en verano son muy elevadas.
Su función es muy importante porque, además de ventilar el habitáculo y permitir viajar con una temperatura agradable tanto en verano como en invierno, ayuda a reducir la fatiga, la somnolencia, y, en consecuencia, las distracciones. El resultado es una mejora en la seguridad vial.
El sistema de aire acondicionado de un vehículo se encarga de transformar el aire caliente en frío y viceversa y lo hace gracias a un gas que circula por el circuito. Este sistema también puede estropearse, y seguramente en plena ola de calor. Hay tres señales muy claras de cuándo nuestro mejor aliado en verano se ha estropeado.
Si a la hora de activar el sistema del aire acondicionado detectamos que casi no sale aire o que, directamente no sale y que apenas refrigera el habitáculo, es una evidencia de que hay algo que no va bien en dicho sistema. Normalmente se debe a un mal estado del filtro del propio aire acondicionado, pudiendo estar obstruido debido a una acumulación de suciedad o debido a que ha realizado más tiempo de función del que le correspondía originalmente, por lo que bastaría con reemplazarlo por uno nuevo volver a tener aire acondicionado.
Otra de las señales por las que podemos saber que el aire acondicionado está roto o en mal estado es con el olor que desprende cuando entramos al interior del vehículo. Si se trata de un hedor desagradable lo más seguro es que esto se deba a la acumulación de suciedad y polvo en el interior del sistema de ventilación. Si hueles mal al encender al aire acondicionado, ve al taller a revisarlo antes de que puedas tener un problema mayor con este.
Puede parecer una tontería, sin embargo, el hecho de que tu coche empiece a consumir más de un día para otro puede ser debido a un mal funcionamiento del sistema de ventilación. Nuestros compañeros de Oscaro, revelan un truco para detectar este fallo: fijarse en la temperatura del motor, y si esta se eleva y tarda mucho en disminuir tras haber encendido el aire acondicionado es que hay un filtro roto que debe ser reemplazado de inmediato para evitarnos mayores dolores de cabeza.
Tú mismo puedes comprobar fácilmente si el aire acondicionado funciona correctamente:
Una de las claves para un buen mantenimiento es utilizarlo al menos unos minutos una vez al mes porque así evitamos que los conductos se resequen por falta de uso, que se genere moho o bacterias y que aparezcan malos olores. También debes mantener limpios los conductos y rejillas de ventilación.
Se aconseja revisar el aire acondicionado una vez al año y debe ser un experto quien se encargue de comprobar que sus elementos funcionan bien, que no hay fugas y de realizar la recarga de gas.
El filtro del habitáculo también cumple una función esencial porque filtra el aire, el polen, el polvo y otras partículas que hay en la atmósfera evitando que entren en el habitáculo. Si no se revisa el sistema de forma periódica puede conllevar malos olores, hongos o bacterias, una situación que no es nada agradable y que puede conllevar serios problemas para las personas alérgicas.