El Brexit ya es una realidad. Tras un año de transición, el pasado 1 de enero Reino Unido abandonaba definitivamente la Unión Europea y entraba en vigor el nuevo acuerdo de comercio y cooperación firmado por ambas partes la pasada Nochebuena que marcará las relaciones entre Londres y Bruselas. Si bien el acuerdo no ha sido tan duro como muchos temían, este divorcio, que pone fin a la libre circulación de bienes, servicios y mercancías entre Londres y la UE, tendrá un importante impacto en la economía de muchos de los países de la eurozona, y uno de los más afectados será España.
Pero ¿cómo nos afectará el Brexit en nuestro día a día? Ahora que la pandemia del coronavirus ha incrementado el comercio electrónico, una de las grandes preguntas que nos hacemos los consumidores españoles es qué ocurrirá con las compras que hacemos por internet. ¿Seguirá aplicándose el mismo IVA? ¿Tendremos que pagar más? ¿Deberán pasar nuestros productos por aduanas? Si estás pensando en comprar productos vía online en el mercado británico, aquí tienes las respuestas.
En los últimos años, cada vez más personas se animan a comprar todo tipo de productos por internet. Los avances informáticos y tecnológicos han propiciado que los sectores tradicionales encuentren nuevas oportunidades en el mundo de internet y, especialmente en esta época de pandemia por Covid-19 marcada por las cuarentenas y restricciones sanitarias, son muchas las empresas que deben recurrir a las vendas online para mantener sus negocios a flote. En Europa, el país más importante en el mundo del e-commerce es Reino Unido, por lo que no es de extrañar que, ahora que su divorcio con la UE es efectivo, nos preguntemos qué efectos tendrá el Brexit en nuestras compras online. ¿Tendremos que asumir más gastos? La respuesta, lamentablemente, es sí.
La salida del país británico de la Unión Europea ha traído consigo la ruptura de los todos acuerdos que facilitan el libre comercio entre los países miembros y de las normas comunitarias de protección de los consumidores. Desde el pasado uno de enero, Reino Unido está considerado como un tercer país, por lo que las compras que hagamos en su mercado estarán regidas por un nuevo reglamento. De este modo, cualquier producto que adquiramos vía online en el país bretón ya no se considerará como una importación intracomunitaria, sino como una importación.
Como consecuencia, estas compras estarán sujetas al IVA y a los trámites de aduanas, algo que, hasta ahora, no sucedía. Eso sí, gracias al acuerdo de comercio alcanzado la pasada Nochebuena, no habrá aranceles ni cuotas de mercancías entre ambas economías, lo que nos permitirá ahorrar un poco.
Tal y como recoge la Organización de Consumidores y Usuarios, esta normativa de importaciones se aplicará de distintas formas dependiendo del coste de nuestro pedido. Los pedidos menores de 22 euros están exentos al pago de IVA, pero solo de momento. A partir del mes de julio, todas las compras que hagamos a Reino Unido tendrán que pagar este impuesto, independientemente de cual sea su importe.
En caso de que nuestro pedido online tenga un coste de entre 22 y 150 euros, tendremos que llevar a cabo todos los trámites aduaneros para liquidar el IVA. En las compras por internet, es la propia empresa de transportes la que suele realizar estas operaciones, con su evidente coste. Cada empresa de transporte tiene sus propias tarifas, así que, a la hora de comprar por internet en Reino Unido, deberemos consultar qué comisión tienen.
En el caso de Correos, su tarifa por prestación a la aduana es de 5,88 euros, a la que habrá que sumarle la tramitación del documento único administrativo (DUA). Esta tiene dos versiones. Si nuestro pedido tiene un valor inferior a 150 euros, se aplicará el DUA simplificado, que tiene un coste de 19,03 euros. En cambio, si nuestro pedido supera los 150 euros, se aplicará el DUA ordinario, cuyo coste es de 24,92 euros.
A partir de julio, no obstante, las normas para aplicar el IVA en los productos con un valor de entre 22 y 150 euros también cambiarán, pero para bien. En estos casos, serán las tiendas británicas las que tendrán que cobrar el IVA e ingresarlo en la Hacienda del país de destino, lo que simplificará todo el proceso.
Por su parte, a pesar de que el acuerdo firmado entre Londres y Bruselas elimina los aranceles en estas operaciones, los pedidos superiores a 150 euros sí estarán sujetos a todas las formalidades y costes aduaneros. Además, con la entrada en vigor del Brexit, es probable que nuestros pedidos tarden más en llegar, ya que habrá que hacer frente a nuevos trámites y formalidades burocráticas que pueden entorpecer el proceso.