La Navidad es época de reencuentros con familiares y amigos, de volver a casa y disfrutar de la compañía de siempre durante unos días. En las semanas estivales, eso sí, comemos más de lo que solemos hacer a lo largo del año dándonos un buen festín en nochebuena y nochevieja, y luego llega el día de reyes. Días enteros cocinando o encargando la cena para que, al final, parte de la comida termine en la basura porque un año más nos hemos pasado. ¿Cómo podemos evitar el desperdicio de comida durante la Navidad?
Los datos de desperdicio de comida de 2020 son para sonrojarnos, cada español tiró a la basura, de media, 31 kilos/litros de comida y bebida durante el año pasado, una cifra similar a la de 2019, según los datos del ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. En total, casi 1.400 millones de kilos/litros de alimentos terminaron en los contenedores.
No obstante, F. Xavier Medina, director de la Cátedra UNESCO de Alimentación, Cultura y Desarrollo de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) afirma que en España "cada vez hay más conciencia y más gente que se une, mientras que hace una década había muchas menos posibilidades de reciclar en casa y se desperdiciaban más alimentos". Ahora la tendencia ha mejorado y, por ejemplo, cuando vamos a un restaurante podemos pedir que nos pongan para llevar lo que ha sobrado, algo cada vez más frecuente que reduce el desperdicio.
Medina apunta, además, que el aprovechamiento de comida es algo que se integra en la cultura gastronómica española, donde los restos suelen aprovecharse para la elaboración de otros platos diferentes. "Venimos de recetarios creados en épocas de producción escasa o directamente, de hambre, y ahora se está volviendo a los aprovechamientos de etapas anteriores", resalta, entrando ya no solo en juego el factor económico, también el medioambiental.
Pero entonces surge la gran duda. Si todos los años intentas no desperdiciar, ¿cómo lograrlo de verdad? Anna Bach y Alicia Aguilar, dos expertas de la UOC, han dado varias claves para que en esta Navidad parte de la cena no termine en la basura.
El primer consejo es hacer la lista de la compra con el menú ya cerrado y valorando la fecha de caducidad de los productos, ya que de ir al supermercado sin saber muy bien que vamos a cocinar puede hacernos comprar de más y que al final parte de los productos no los usemos y se pongan malos. Por eso también recomiendan conservar y almacenar los productos correctamente según las características de cada uno.
Además, el menú debemos planificarlo teniendo en cuenta cuántos comensales serán para ajustar bien las raciones y no cocinar para 10 cuando realmente en la mesa habrá 5 personas.
¿Qué pasa si aún nos sigue sobrando o queda algo sin cocinar? Siempre tenemos la opción de congelar y poder consumirlo en otro momento sin miedo a que se ponga malo y sin tener que tirarlo a la basura. De todas formas, como apuntaba Medina, también puede aprovecharse parte de esa comida para hacer otras recetas y evitar el desperdicio de comida.
En todo caso, recuerdan que es necesario hacer un consumo responsable no solo en la cantidad que compramos, también intentando hacerlo en comercio de proximidad y eligiendo envases sostenibles para también reducir el uso de embalajes contaminantes para ir, cada vez más, hacia una alimentación más sostenible.