El 26 de noviembre ya se nos ha fijado en la memoria como una fecha señalada igual que el 24 de diciembre o el 6 de enero. Bajo el nombre de Black Friday, es el día elegido por multitud de comercios de Internet para lanzar productos en oferta o con descuentos. Desde Uppers vamos a explicar las estafas comunes en el Black Friday con la finalidad de proteger la seguridad de tus datos personales y sobre todo tu economía. Si conoces el modus operandi de los cacos de la red sabrás cómo identificar un fraude online en el Black Friday.
Cada año debemos estar más atentos porque la evolución positiva y las posibilidades actuales de Internet que juegan a nuestro favor también van ligadas al desarrollo de nuevas formas muy creativas de estafarnos. Además, en esta ocasión se suma una crisis en el suministro de materias primas que repercute en la escasez de productos terminados. A ello se añade un incremento de los precios del transporte de mercancías en contenedor.
Ambas circunstancias seguro que son aprovechadas por los ladrones virtuales para “atraparnos” con artículos que no encontramos en las tiendas habituales y con precios más reducidos en comparación con los del mercado. Para comprar en tiendas online con total seguridad toma nota de las recomendaciones de los expertos.
Solicita a tu banco una nueva tarjeta de prepago o de débito, pero secundaria a la principal, para operar en comercios de Internet. La ventaja es que puedes alimentarlas con el dinero que te vayas a gastar, ni más ni menos. En caso de robo de datos o de fraude los cacos no tendrán saldo del que tirar.
Son muy cómodas porque puedes cargarlas y descargarlas en el momento desde la app o desde la web de la entidad bancaria. También permiten ser desconectadas automáticamente si sospechas que has caído en una trampa online. A las tarjetas secundarias se añade la posibilidad de usar PayPal como medio de pago online.
Cualquier tienda online donde comprar tiene que cumplir con el protocolo SSL (Secure Sockets Layer) a partir del cual la dirección debe comenzar por las letras “https” e incluir un candado cerrado en el lado izquierdo. Ambas características garantizan que la información está cifrada y los datos protegidos. En alguna ocasión la tienda, a pesar de ser legal, no dispone de estos caracteres.
Sus páginas en las que se compartan datos sensibles como una dirección, el contacto o datos bancarios sí tienen que comenzar por “https”. Otros aspectos que se pueden vigilar y dan pistas sobre si una web es fraudulenta o no lo es, consiste en comprobar si dispone de un aviso legal o de información sobre la protección de datos que se detallan en los términos y condiciones.
Por supuesto, es vital revisar el funcionamiento del servicio de atención al cliente. Cuando el teléfono de contacto es extranjero, aporta una dirección de correo electrónico extraña a base de números o letras sin sentido o el dominio es gratuito esa tienda online podría tener fines maliciosos.
En el caso de que acudamos a un comercio del que no teníamos constancia o una marca nueva es importante buscar comentarios, reseñas y valoraciones en Internet al respecto de su funcionamiento, cumplimiento de las fechas de entrega o calidad de los productos.
A parte, es imprescindible comprobar su política de devoluciones, si se cobran gastos, dónde se entrega la mercancía para devolver o si la recoge en nuestro domicilio el transportista, etcétera. Hay que prestar especial cuidado ante precios muy bajos que no coinciden en absoluto con los de la competencia. A veces el truco está en una tarifa de envío excesiva.
El Black Friday se inauguró como anticipo a las rebajas navideñas. Muchas personas aprovechan la oportunidad para adelantar sus regalos de Navidad porque hay ofertas muy interesantes y más stock que a finales de diciembre. Por norma general hay que desconfiar de esos precios demasiado atractivos en comparación con las tiendas online más emblemáticas.
Un precio muy bajo es motivo suficiente para tener dudas fundadas; es posible que tras pagar nunca recibamos el producto y además dispongan de todos nuestros datos personales; que sea una imitación; e incluso una reacondicionamiento de un artículo ya usado.