Si hace un mes la cesta de la compra ya había subido, desde que Rusia invadió Ucrania son muchos los problemas con los que todo ciudadano de a pie se está encontrando, empezando por el precio de los combustibles. En el supermercado el principal problema se ha dado con el aceite de girasol, pero la nueva amenaza llega a algo que sí que todos tenemos en nuestro frigorífico y despensas. Hablamos de la leche y de otros lácteos, una industria que, si bien no se ha visto afectada directamente por la guerra, sí indirectamente.
La industria láctea ha anunciado la suspensión de su actividad a partir de hoy debido al parón convocado por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte. ¿Qué pasa? Que no pueden fabricar los productos lácteos porque no hay camiones que puedan distribuirlos hasta los supermercados. Por eso mismo, la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) anunciaba ayer que se ven obligados a parar su actividad debido a las protestas impulsadas por los transportistas.
Con ello, las fábricas han parado el suministro de los insumos necesarios para la elaboración de los productos lácteos que compramos en nuestro supermercado de confianza y que no llegan a ellos debido a la interrupción de su traslado a las cadenas de distribución, anulando con ello la capacidad de envasado y de almacenamiento. Hasta que toda esta situación no logre revertirse y se garantice la movilidad, no volverán a la producción de lácteos.
Fenil recoge a más de 60 empresas dentro del sector, representando a más del 95% de la producción española de lácteos y, según exponen, este paro tiene consecuencias sociales, económicas y medioambientales por todo lo que supone, sobre rodo con la suspensión de la recogida de leche en explotaciones ganaderas y con su consecuente riesgo en el abastecimiento de leche y otros lácteos.
Sin embargo, la industria láctea ya estaba sufriendo los efectos secundarios de la guerra debido al alza de los precios de las materias primas y su posterior producción de leche, principalmente cereales como el maíz. "Los camiones con piensos de alimentación para el ganado y otros suministros no pueden entrar en muchas fincas mientras que, por otro, los fabricantes están viendo afectada su red de provisiones de materiales para el envasado y la salida de productos hacia los lineales al quedar interrumpido el tránsito en amplias zonas del estado español", explica InLac, la Organización Interprofesional Láctea.
Además, InLac asegura que el desabastecimiento de la leche y de otros productos lácteos ya se está notando en muchos supermercados "a causa del bloqueo del transporte". También reclaman responsabilidad para evitar el paro en la actividad láctea "en un momento tan sensible como el actual". "El sector lácteo comparte el impacto por la subida imparable del combustible y el respeto al derecho a la huelga, pero llama a la responsabilidad de todos para no paralizar el sector ni provocar un colapso", han comunicado.