La Ley Seca estuvo vigente en Estados Unidos durante 13 años. Cuando finalizó, en 1933, no solo no habían bajado los niveles de alcoholismo, sino que se produjo un aumento de la demanda de bebidas espirituosas que echó por tierra todos los esfuerzos del Gobierno. Casi un siglo después, sin ley seca pero pandemia mediante, en España nos vemos abocados a la escasez de determinadas marcas de bebidas alcohólicas de güisqui, ginebra o vodka. ¿Qué hay detrás de este problema? ¿Tanto ha subido la demanda con el fin de las restricciones? ¿Tiene alguna relación el brexit?
Desde hace unas cuantas semanas, en los locales de copas empiezan a escasear marcas tan conocidas como Seagram's, Beefeater, Absolut o Tanqueray, así que los acólitos de estos sabores concretos tienen que buscar un sustituto dentro de las opciones que le ofrece el barman. En muchas ocasiones, con una alternativa de producción nacional que no ha sufrido los embates del problema que existe actualmente.
Para Vicente Pizcueta, portavoz de España de Noche, la patronal de los locales de ocio nocturno, "es un efecto más de la crisis del covid y del estancamiento de la economía. Está afectando a todas las actividades económicas, y a nivel de determinadas marcas internacionales ya se está detectando una cierta escasez y problemas de abastecimiento, pero queremos transmitir un mensaje de tranquilidad porque puede haber un problema puntual de determinadas marcas, pero las distintas categorías están garantizadas porque todas tienen producción nacional", nos explica.
Uno de los sectores que más tiempo han tardado en recuperar su actividad ha sido el del ocio nocturno. Con las discotecas y pubs cerrados a cal y canto, muchos empresarios de la noche tuvieron que vaciar sus bodegas para que no les caducaran las bebidas y tirarlas sin obtener beneficio de ellas. Cuando se han reabierto los locales, se ha producido un pico de demanda que está siendo difícil asumir. Si a esto se le suma el atasco de contenedores marítimos que hay actualmente, la tormenta es perfecta.
"La actividad del sector no llega aún al 50% y son buenas noticias, pero que la gente tenía ganas de salir y disfrutar es un hecho. Ahora, nuestras bodegas han partido de un cero absoluto y cualquier pedido ha supuesto un pico en cuanto a demanda en el mercado que no se está pudiendo cubrir", afirma Pizcueta.
Además del atasco del transporte marítimo, otra de las consecuencias que trajo la covid fue el parón que se produjo en las fábricas de producción de espirituosas. Con el mercado totalmente detenido, ¿para qué se iban a seguir embotellando bebidas que nadie iba a consumir? Además, algunas fábricas se reconvirtieron en aquellos momentos para producir y vender gel hidroalcohólico. Muchas aún siguen en este negocio de forma paralela al de las bebidas alcohólicas, con una producción menor de estas.
Muchas de las ginebras o güisquis que se consumen en España provienen directamente de Inglaterra. Martin Miller's Westbourne, Tanqueray, Bombay o Hendrick's son solo algunas de las marcas que producen en el país del fish&chips y que ahora, con el Brexit ya causando estragos, también ven afectadas sus exportaciones a países europeos como el nuestro. No solo por los aranceles, sino también por la crisis de los camioneros que está sufriendo el país y que le ha llevado a sufrir problemas de suministro en las gasolineras por falta de profesionales cualificados que llevaran la mercancía. De este modo, el Brexit se une a la crisis del comercio marítimo mundial para dejar los estantes sin las bebidas favoritas de muchos.
Conociendo el problema, la siguiente inquietud que tenemos es saber si para Navidad podremos acceder a salir de copas y poder beber nuestra bebida favorita y no su alternativa. Parece que hay esperanza. "Apostamos para que en diciembre en mayor o menor medida haya stock. Durante los próximos 15 días identificaremos qué tipo de marcas estarán más o menos afectadas y, por eso, estamos buscando alternativas de aprovisionamiento. Más allá de que el problema no irá más allá de que la bebida favorita de un cliente determinado no se pueda satisfacer en unas cuantas semanas", explican desde la patronal.