Imagina tomarte unas copas de más en una quedada con amigos y que al querer volver a casa tu coche no arranque. No, no es que de repente haya aparecido una dramática avería en el coche por la que tengas que llamar a la grúa y llevar tu coche al taller para ver lo que le pasa con su correspondiente desembolso. Entonces, ¿qué es? Se trata de un sistema antiarranque en formato alcoholímetro con el que, si se supera la tasa permitida, tu coche no se pondrá en marcha, una medida que en 2019 adelantó la Unión Europea (UE) y que entra dentro de la nueva Ley sobre Tráfico y Seguridad Vial. ¿Será obligatorio para todos los conductores? ¿A partir de cuándo será efectiva la medida?
Con esta medida lo que se pretende es obvio, reducir el número de accidentes de tráfico ocasionados debido al consumo de alcohol y, con ello, las muertes. Así llega Alcolock, como popularmente se conoce este sistema que pronto será obligatorio en las carreteras españolas.
La ley ya está lista, a la espera del visto bueno del Senado y su posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE), haciendo efectivo este dispositivo más tardar a partir del próximo cinco de julio de 2022. En 2019 aprobó el Reglamento para requisitos de homologación por parte de la UE en el que el alcoholímetro antiarranque entra para los nuevos vehículos que fueran a ser homologados, por lo que se ha incluido en la Ley para cumplir con la normativa europea, que ya países como Francia o Italia han implementado en este aspecto.
Ahora bien, la obligatoriedad que comenzaría a partir del próximo mes de julio no es, al menos de momento, para todos los conductores. Según lo que expone el texto comenzará en vehículos que se dediquen al transporte de personas, tanto para empresas públicas como privadas, siendo obligatorio en los términos que se establezca reglamentariamente. ¿Qué quiere decir esto? Que realmente un reglamento de la Dirección General de Tráfico (DGT) u otra ley será la norma que marque cuándo debe utilizarse y en qué circunstancias, ya que la medida en sí obliga a tener este alcoholímetro, pero no existe nada por el momento que determine una obligación de uso en ningún momento.
Como cualquier alcoholímetro que poseen las autoridades cuando te paran, este también funciona al medir la concentración de alcohol en el aliento de cada conductor. De esta manera, si se supera el límite permitido, el sistema de arranque queda bloqueado, por lo que no se podría conducir. Dado que el sistema es por aire espirado, los límites están en 0.25 mg/l para conductores generales, y en 0.15 mg/l para noveles y profesionales, como conductores de bus.
El coste de la instalación puede sobrepasar los 1.000 euros y realmente su implantación a la hora de medir la tasa del conductor aún genera dudas, por lo que habrá que esperar a conocer exactamente en qué casos es obligatorio su uso a partir de julio de 2022. Lo que sí se sabe es que a partir de ese momento los nuevos vehículos deben estar preparados para su instalación.