A las puertas del Black Friday y con el ojo puesto en la Navidad, la sombra del desabastecimiento parece una realidad que habrá que tener en cuenta en los próximos meses. Hace unos días, la mecha se prendió con la escasez manifiesta de algunas marcas alcohólicas en nuestro país. Ahora, China, que está sufriendo la falta de algunas materias primas, ha pedido a sus ciudadanos que almacenen comida de cara al invierno, instando a las autoridades locales a regular los precios de los bienes de primera necesidad. ¿El desabastecimiento global es una realidad? ¿Qué está ocurriendo en realidad? ¿Qué productos escasean o pueden hacerlo de cara a las navidades?
En el mar de incerteza en el que navegan los países en las últimas semanas, hay varios factores que están provocando la situación de desabastecimiento mundial. La pandemia es la principal causa. Después de un año con la producción parada o a medio gas y con la política de reapertura en Occidente gracias a la vacunación masiva, la demanda de determinados productos se ha disparado, mientras que la oferta no se ha ajustado a las necesidades de todo el mundo. Ello ha provocado que los productos más demandados llegan menos y son más caros: es la inflación.
La logística es también más cara. A raíz del parón consumista provocado por la COVID-19, el coste del transporte en los contenedores que llevan mercancías y materias primas se ha encarecido hasta "15 veces más" que antes, según explicó Alejandro Molins, profesor de Logística, al programa Cuatro al Día. En consecuencia, los precios de venta finales también podrían verse afectados próximamente.
Ahora bien. ¿Es una posibilidad real el desabastecimiento en España? No hay consenso claro a este respecto. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, descartó la posibilidad de que esto ocurra hace unos días, en una entrevista con TVE recogida por Europa Press. En su opinión, "no hay un problema de desabastecimiento" en España. La explicación, según el titular de Consumo, es que la demanda "se ha disparado" mientras que la oferta "se ajusta más despacio, y por lo tanto, se produce una subida de precios". Ello tensiona los mercados a nivel mundial, afectando directamente las cadenas logísticas.
En contra del mensaje de calma y esperanza de Garzón, Pablo Hernández de Cos, Gobernador del Banco de España, predijo hace una semana que un desabastecimiento mundial provocado por la pandemia es una realidad mucho más cercana de lo que deberíamos pensar, y que el crecimiento económico de España se verá afectado por esta situación.
Uno de los sectores más afectados (y no viene de ahora) es el tecnológico. La escasez manifiesta de microchips o semiconductores, elementos indispensables en la fabricación de todo tipo de aparatos técnicos, podría afectar directamente a los regalos navideños clásicos:
Materias primas como el vidrio, el cartón o los plásticos también se están viendo resentidas por el desabastecimiento global. Aunque el 'stock' de productos parece estar cubierto, la situación podría provocar que algunos no pudieran ser envasados, como por ejemplo:
Tal y como está sucediendo en Estados Unidos, el sector de los juguetes podría ser otro de los damnificados de esta crisis internacional. Hoy mismo, El Diario de Cádiz cuenta que la ciudad andaluza tiene pocos suministros a ese respecto. Todavía es una incógnita si la situación local se contagiará a nivel nacional, pero es una posibilidad:
Parece que Europa (y España) no tendrá graves problemas de abastecimiento de suministros. Así lo ha manifestado recientemente Ignacio González, presidente de AECOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores) en declaraciones a El Economista. Al mismo tiempo, González ha querido resaltar que sí hay un encarecimiento generalizado de materias primas, por lo que sí considera las circunstancias actuales como "una amenaza que está ahí".
Según el mismo medio, las cadenas de supermercados reconocen que no habrá problemas para satisfacer la demanda de abastecimiento de productos.