Para el ministerio de Hacienda, una compresa para las pérdidas de orina tiene la misma consideración impositiva que un perfume o cenar en un restaurante. Esta compresa se vende con el 10% de IVA (tipo reducido), en vez del 4% (superreducido) aplicable a los bienes de primera necesidad. Esta diferencia es conocida como 'tasa rosa', aunque para los más de 6,5 millones de españoles aquejados de incontinencia urinaria no tenga nada que ver con la menstruación.
Si vamos un paso más allá, y la incontinencia es severa, el paciente ya es dependiente o por cualquier circunstancia necesita un pañal de adulto, encontraremos que el IVA sigue siendo del 10%, el que se aplica a alimentos, transportes, hostelería, servicios de limpieza y asistencia sanitaria, entre otros.
Tras fijar en el Congreso el techo de gasto, un trámite previo e ineludible a la aprobación de los presupuestos generales del Estado, el gobierno de Pedro Sánchez ha anunciado que quiere aplicar el IVA superreducido, el del 4%, a tampones, copas menstruales y compresas. De hecho, esa medida llegó a estar incluida en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019, que finalmente no salió adelante. Anteriormente, el PSOE ya había pedido desde la Oposición este tipo impositivo para pañales, pañales para adultos, preservativos e higiene íntima femenina. La idea viene de lejos; sin embargo, aún queda mucho que concretar. En la pasada legislatura, María Jesús Montero, ministra de Hacienda, presentó un proyecto de ley en el que se pasaban al tipo superreducido tampones, compresas y copas menstruales, dejando de lado pañales infantiles y de adultos. No hay, por tanto, un criterio establecido. Por otra parte, en ninguna de estas ocasiones se ha elaborado un listado con los productos susceptibles de ser rebajados.
Si finalmente todos los productos de higiene íntima se gravan con el 4% del IVA superreducido, tendrían la misma consideración que los productos denominados de primerísima necesidad, como alimentos básicos, alquiler de vivienda con opción a compra, libros, medicamentos de uso humano o vehículos para personas con movilidad reducida.
Según un informe del Instituto de la Mujer, la edad media en la que las españolas entran en la menopausia es de 48 años. En 2019 había en España casi 7,5 millones de mujeres mayores de esta edad (fuente: INE). Muchas de ellas, durante algunos años, siguen utilizando compresas y tampones, ya que desde que se inicia el climaterio hasta la menopausia real (un año completo sin regla) hay que seguir usando distintos productos de higiene. Según Kantar, 6 de cada 10 mujeres compran compresas, tampones o protectores íntimos y más de la mitad combina diferentes medios de protección.
Teniendo esto en cuenta, así sería el ‘plan de ahorro’ de las seniors:
Pensemos en un caso concreto: una mujer de 55 años que viva hasta los 83 (esperanza de vida media de las españolas en 2020) podría usar al menos una compresa diaria para la incontinencia. Es decir, 30 al mes, 360 al año y 936 en 26 años de vida. El ahorro para un año sería de 40 y 80 euros y a lo largo de su vida, entre 1.040 y 2.080 euros, solo en este tipo de producto.
Según un informe del hospital Vithas Nissa, en España más del 40% de las mujeres con menopausia presentan Síndrome Genitourinario (SGUM), conocido más popularmente como atrofia vaginal. La dolencia se caracteriza por una disminución del pH vaginal que provoca sequedad y distintas molestias en la zona, disminución del deseo sexual y relaciones dolorosas. Las terapias para superarlo van desde la administración de cremas hidratantes u óvulos en la zona a tratamientos orales que intentan mantener los niveles adecuados de estrógenos y andrógenos.
¿Qué IVA se aplica aquí? Depende de la consideración del producto. Si es un medicamento se grava con un 4%, el tipo superreducido, por lo que no habría rebaja posible. Si es un producto sanitario, creados para el diagnóstico, prevención, control o alivio de una enfermedad o bien para regular la concepción, como por ejemplo, los preservativos, el IVA podría pasar del actual 10% al 4%. Una caja de preservativos de 12 unidades cuesta una media de 9 euros, de los cuales 90 céntimos corresponden al IVA. Con la rebaja pasaríamos a pagar 36 céntimos, lo que supone un ahorro de 54 céntimos.
Respecto a los productos de parafarmacia, como jabones íntimos, cremas y lubricantes el IVA que se aplica ahora es del 21%, por lo que la rebaja hasta el 4% sería muy sustanciosa. En el caso de los jabones íntimos y cremas hidratantes, cuyos precios están entre los 7 u 8 euros, la rebaja mensual estaría entre 1,2 y 1,4 euros, al año más de 12, un ahorro pequeño para el consumidor individual, pero significativo a gran escala. Solo con eliminar la tasa rosa el gobierno dejaría de ingresar en un año 18 millones de euros.