Más allá de la calefacción: trucos para mantener la casa a una temperatura adecuada
Tener una temperatura agradable en casa tras apagar la calefacción es posible gracias a algunos hábitos que te pueden ayudar a no perder el calor
Mantener la temperatura adecuada de casa es una tarea verdaderamente complicada, más de lo que pensamos realmente. En verano intentamos mantenerla fresca, pero la calidez en invierno a veces es algo más complicada, en especial si no tienes calefacción que regule la temperatura a gusto de los habitantes de cada casa. Pero si eres de los que no quiere abusar de la calefacción o el aire acondicionado para ahorrar un poco en la factura de la luz o del gas, no te preocupes, porque no hay nada que unos buenos trucos no puedan resolver. ¿Preparado para mantener tu casa a la temperatura que quieres?
Pero claro, ¿cuál es la temperatura ideal para nuestro hogar? Según los expertos debería estar entre los 20 o 21 grados durante el día y los 15 o 17 grados en la noche, que pueden variar levemente según las preferencias de cada uno. Temperaturas más que agradables para el día a día sin pasar mucho calor o demasiado frío.
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No pases frío en invierno
La factura en invierno suele dispararse. Menos horas de luz solar y más frío nos lleva a encender la luz antes y a tener que usar la calefacción. Pero si no quieres que el radiador esté funcionando las 24 horas del día deberías tener en cuenta algunos trucos para mantener la calidez mientras está apagado. Porque aunque no lo creas, es posible. Y aquí entran las ventanas, las persianas y las cortinas. Las tres tienen un papel muy importante en la temperatura de tu hogar. A última hora de la tarde cuando apagas la calefacción lo mejor es cerrar las ventanas, bajar las persianas y si tienes cortinas pasarlas, porque son mucho más que un elemento decorativo. De esta manera no dejas escapar el calor y el ambiente de casa se mantiene agradable.
Por su parte, aunque las horas de sol en invierno no son las que nos gustaría, son bastante más que en otros países. España puede presumir de tener sol durante prácticamente todo el año, por eso es el momento de abrir las persianas para que entren los rayos, pero no todas las ventanas, porque la temperatura fuera es fría, y lo que queremos es aprovechar el calor del sol.
Y algo que probablemente no imaginabas es que el suelo tiene mucho que ver en la temperatura, pues las baldosas o el mármol conservan el frío, mientras que el parqué o la moqueta recoge el calor y ayuda a mantener la calidez durante el invierno. Pero como lo más frecuente es tener baldosas, tus mejores aliadas son las alfombras, que hacen un papel muy similar al de las moquetas. El aislamiento es otro punto importante para no dejar salir el calor, por eso es recomendable la instalación de ventanas con aislamiento térmico para evitar esa pérdida de calor.
En todo caso, se recomienda usar termostatos en casa para tener regulada siempre la temperatura y si es un hogar húmedo, puedes usar deshumidificadores para reducirla y así pasar menos frío.
¿Puedo tener la casa fresca en verano?
Lo bueno del invierno es que otra gran opción es ponerte ropa gruesa con materiales que te protegen del frío, pero el problema del verano es que por muy ligeros que vayamos, el calor sofocante no se va. Quienes tienen aire acondicionado son los que mejor lo pasan y los que más sufren su uso en la cartera. Pero si se puede mantener el calor en invierno, también puedes tener la casa algo más fresca en verano.
Lo principal que hay que tener en cuenta es que en las horas del día en las que tu casa recibe directamente la luz del sol se calienta demasiado. Por eso, durante el tiempo que da todo el calor a la vivienda lo mejor es cerrar las ventanas, bajar las persianas y pasar las cortinas para no dejar que entre el calor. En el momento que el sol empieza a caer es cuando se debe abrir la casa y dejar que la corriente de aire refresque el interior para pasar la noche sin sudar demasiado.
Pero si tienes ventanas o puertas que dan a zonas a las que el sol no llega, aprovecha para abrirlas y dejar que la corriente fresca se apodere de tu hogar. Otro truco que debes usar más es regar con constancia las plantas que tengas en casa, siempre que no vaya a perjudicarlas, en especial si las tienes en las ventanas o la terraza. De esta manera las plantas pueden contribuir a refrescar la temperatura de la fachada, y por tanto del interior de tu casa. Y cuidado con la cocina, es un gran foco de calor, así que aprovecha esos días para hacer platos más frescos y mantén la placa y el horno apagados.
Ya ves que con algunos trucos puedes mantener la temperatura óptima de tu casa ahorrando algunos euros en la factura, tanto en invierno como en verano. Toma nota y ponlos en práctica porque seguro que los utilizarás más de una vez.