Ciencia en el super: el manillar del carro de la compra puede hacer que compres más
El tipo de carro que tenga el supermercado puede hacernos gastar más o menos dinero en la compra
Según un estudio, cuando lo empujamos por asas laterales probablemente compraremos más
Unos investigadores creen que se debe a que dependiendo del manillar ponemos a funcionar un músculo u otro
No es ninguna novedad que los supermercados tienen sus propias estrategias de distribución para que compres por los ojos y te dejes algún que otro euro de más respecto a lo que tenías previsto en la lista de la compra con la que saliste de casa, incluso esa distribución nos puede influir en hacer una compra más o menos sana. Lo que quizá no se nos había pasado por la mente hasta el momento era que el carro con el que nos paseamos por los pasillos nos puede hacer gastar más, y todo depende del manillar que tenga.
Si el carro tiene asas, probablemente gastes más
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Todo ello viene revelado por un estudio desarrollado por expertos de la Escuela de Negocios Bayes de la City University of London, publicado en el Journal of Marketing y que ha recogido el Daily Mail. Por lo general, cuando en lugar de coger una cesta optamos por el carro tenemos previsto hacer una compra algo más grande y para desplazarnos empujamos el carro por el manillar, que es una simple barra horizontal. Bien, según explican, han detectado que sustituir la barra por dos asas en los laterales puede hacer que compremos más y que las ventas de los comercios se eleven hasta un 25%.
Zachary Estes, uno de los autores del estudio, declaró que ha sido "impactante descubrir que hacer un pequeño cambio en la posición de las manillas puede tener un impacto en el gasto de los compradores".
Cuestión del músculo que movemos
La explicación que le dan es que cuando llevamos un carro con barra estamos utilizando nuestro tríceps, una posición y un movimiento que nuestro cuerpo asocia a empujar. Ahora bien, con las dos asas en los laterales lo que ponemos a funcionar son los bíceps, que se utilizan para tirar de objetos hacia nosotros y que, por tanto, nos empuja a meter más objetos en el carrito.
Durante las pruebas que se realizaron para estudiar la repercusión del cambio de asas en el carro de los supermercados los clientes gastaron de media 22 libras durante su visita al comercio, pero el dato que destacan es que aquellos que hicieron su compra con los carros que tenían las asas en cada uno de los laterales gastaron de media 7 libras más que los que empujaban una barra horizontal.
El mismo Estes declaraba que si lo que se pretende es ahorrar o minimizar los gastos, además de fijarse en el precio de los productos también hay que comenzar a prestar atención a los manillares de los carros. "Los carritos de compra estándar pueden actuar como una restricción inesperada para mantener las compras innecesarias fuera del carro".