Colonizar el planeta rojo: Elon Musk y su obsesión con Marte
Desde que era niño, Elon Musk ha soñado con llevar al ser humano a Marte y ahora, décadas después, parece que va en buen camino con su compañía SpaceX
Hablar de viajes espaciales siempre ha sonado a ciencia ficción, pero de un tiempo a esta parte parece más posible que nunca. Elon Musk, el segundo hombre más rico del mundo según el último ranking de la revista Forbes, está decidido a ello. Desde principios de la década de los 2000, el actual CEO de Tesla lleva trabajando en la exploración espacial con un único objetivo en mente: llevarnos a Marte.
Lo ha hecho desde SpaceX, su compañía de fabricación aeroespacial y de servicios de transporte espacial fundada en 2002. Con ella, Elon Musk quiere colonizar el planeta rojo y, de momento, y por increíble que pueda sonar, parece que va por buen camino. Pero mejor vayamos por partes.
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Colonizar Marte: el sueño de Elon Musk
El ser humano vive fascinado por el espacio exterior. Quien más y quien menos, todos hemos imaginado alguna vez cómo sería la vida más allá de nuestra atmósfera, y si no, mira todas esas historias ambientadas fuera del planeta Tierra. La inmensidad de la Vía Láctea es un misterio, una oscuridad que parece no tener fin y que nos atosiga en las noches más tristes y desesperanzadoras. ¿Estamos solos en el mundo? ¿Hay algo más allá? ¿Qué hacemos aquí? A lo largo de los siglos, son muchos los que se han repetido estas mismas preguntas con la esperanza de encontrar alguna respuesta que los aliviase, pero es ahora, con los avances científicos y tecnológicos de los que disponemos, cuando por fin podemos salir al espacio para intentar descubrirlo.
Como muchos antes de él, Elon Musk ha soñado con pisar Marte. Lo hacía de niño, en su Sudáfrica natal, y lo hace ahora, desde Estados Unidos, con una fortuna de más de 150 mil millones de dólares según los datos de la revista Forbes y siendo uno de los hombres más influyentes en todo el mundo gracias, en mayor medida, a Tesla Motors, la compañía que dirige y que es una de las empresas punteras del sector de la automoción, y SpaceX, la empresa con la que quiere asentarnos en el planeta rojo.
Las andaduras de Elon Musk para llevarnos al espacio comenzaron en 2001. Por aquella época, ya había alcanzado el éxito empresarial con dos empresas: Zip2, una compañía de software que fundó en 1995 con su hermano, Kimbal Musk, y Paypal, una de las mayores aplicaciones para hacer transferencias de dinero online, en la que Musk también participó en su formación.
Con este currículum bajo el brazo, Elon Musk se puso en contacto con la NASA para presentar su nueva idea: el Mars Oasis, un ambicioso proyecto a largo plazo con el que pretendía construir un invernadero experimental en el planeta rojo y recuperar el interés público por la exploración espacial, pero para el que necesitaba una financiación muy generosa.
Al darse cuenta de que la tecnología que necesitaba para viajar al espacio era mucho más cara de lo que esperaba, Musk viajó a Rusia acompañado de sus socios para intentar adquirir antiguos cohetes soviéticos que pudieran usarse para su proyecto, pero al ver que los precios superaban con creces sus expectativas, desistió y decidió que él mismo sería quien construiría la tecnología.
Fue así como nació SpaceX, la compañía que aspira a colonizar el espacio de manera sostenible y con la que Elon Musk está luchando en una carrera espacial contra Jeff Bezos, quien, con su firma Blue Origin, también quiere llevarnos más allá de la atmósfera, aunque en su caso sus intenciones no son el planeta rojo, sino la mismísima luna.
Los planes para llegar a Marte
Todavía está por ver cuál de los dos magnates será el primero en sacarnos de la Tierra para cumplir sus sueños de conquista espacial. De momento, Blue Origin ya ha anunciado que el próximo mes de julio, si todo sale según lo previsto, realizará su primer vuelo al espacio con tripulación, pero SpaceX no se queda atrás.
En los últimos años, la compañía de Elon Musk ha ido ganando cada vez más importancia dentro del sector aeroespacial. Tal es así que la NASA lo contrató para su plan de regreso a la luna. A pesar de que las quejas de sus principales rivales (Blue Origin y Dynetics) hayan tumbado, de momento y a la espera de la decisión de la Oficina de Auditoría de Estados, la adjudicación, la cosa está clara: SpaceX va con fuerza en esta carrera espacial.
Además de sus proyectos con la NASA, la compañía de Musk también ha pisado el acelerador en su objetivo inicial de conquista de Marte. Tras varios intentos de aterrizaje, a principios del mes de mayo la compañía logró que uno de los prototipos de su cohete Starship, la nave con la que pretenden llevarnos a Marte, haya despegado y aterrizado sin explotar, un hito que marca la diferencia con sus anteriores pruebas.
Si todo sigue el mismo ritmo, SpaceX planea lanzar su primera Starship al espacio el próximo 2022, aunque sin pasajeros, en una prueba de vuelo orbital. El objetivo es recabar información difícil de conseguir de otra forma que les permita perfeccionar sus modelos de simulación y ajustar la nave al máximo de cara al futuro.
Después, tan solo cuatro años más tarde, Elon Musk planea llevar humanos definitivamente a Marte, aunque él mismo ha admitido que es más que probable que muera un montón de gente en este proceso. De conseguirlo, eso sí, estaremos cada vez más cerca de su plan inicial y de convertirnos en colonos espaciales. Quién sabe lo que encontraremos.