¿Qué tienen en común Bill Gates, Elon Musk y Jeff Bezos? Como empresarios de éxito y multimillonarios los tres comparten una serie de rasgos comunes muy definidos, según el analista financiero Tom Corley, que ha pasado varios años recopilando información y entrevistándose con 223 dueños de grandes fortunas. El autor de 'Los hábitos diarios de éxito de las personas ricas' quería saber cómo organizaban su vida, su tiempo y tomaban decisiones, y en el proceso descubrió una serie de patrones que se repetían en todos ellos:
La mayoría de las personas estudiadas por Corley tenían como prioridad el aprendizaje y la superación personal. El 49 por ciento se toma unos minutos cada día para aprender nuevas palabras, y el 61 por ciento practica nuevas habilidades, como un deporte una clase online, durante un mínimo de dos horas diarias. El 63 por ciento dice escuchar audiolibros durante sus desplazamientos al trabajo. Un 71 por ciento dedica tiempo a la lectura de libros de autoayuda y muchos se inclinan por biografías de personas de éxito.
Corley descubrió que por cada minuto que hablan los millonarios escuchan cinco minutos. Escuchar les ayuda a fortalecer sus relaciones de trabajo y a obtener varias perspectivas diferentes sobre un tema determinado. El 81 por ciento de los millonarios estudiados busca activamente el feedback de los demás cada día tanto dentro como fuera del lugar de trabajo.
El 86 por ciento de los millonarios hechos a sí mismos que ha tratado Corley trabajan una media de 50 horas o más a la semana. Eso sí, no lo hacen solos. Gran parte del secreto de su éxito reside en haber sabido centrarse en sus puntos fuertes y encontrar la forma de externalizar sus puntos débiles, de modo que si no poseen una habilidad concreta delegan en alguien que sí la tiene. Así., pueden centrarse en el panorama general y disponen de más tiempo y energía para ejecutarlo.
Corley concluyó que muchos de los millonarios analizados usaron una estrategia denominada 'Soñar sentado', consistente en sentarse a escribir cómo sería su vida ideal y perfecta dentro de diez años. Una vez fijado ese objetivo ponen todo su empeño en conseguirlo. El analista cuenta el caso de uno de los ricos a los que entrevistó, un apasionado del vino que pensaba que podría ganar millones invirtiendo en él. Su familia y amigos no lo veían factible, pero él no se dejó intimidar e invirtió 15 años en convertirse en un experto en el sector. En 2001 liquidó una pequeña parte de su colección de vinos y pudo comprar la casa de sus sueños en la playa de Florida.
Los millonarios tienen claro que cuanto más vivan más tiempo tienen para seguir creando riqueza. Y eso pasa por tener una buena salud. El libro cuenta el caso de una millonaria con muchos problemas de peso. En cierto momento decidió que caminaría una milla al día. Al cabo de un mes, aumentó a dos millas, y luego a tres. Terminó corriendo tres maratones. Atribuía su energía, su concentración y su deseo de triunfar en gran medida a esa mejora física.