Con el verano también llega el momento de tomarnos un descanso y de disfrutar del tiempo libre, lo que muchas veces va asociado a disparar los gastos y bajar la guardia en lo relativo a las finanzas. Si en la vida diaria ya cometemos varios errores comunes que terminan lastrando la economía familiar, en vacaciones todo se descontrola más. Y, sin embargo, también es posible ahorrar en esta época del año.
Desde cierto punto de vista, el verano también puede ser un buen momento para controlar mejor nuestras finanzas personales y disfrutar de nuestro tiempo de ocio con opciones que no vacíen nuestros bolsillos. Se trata de disfrutar pero conservando un colchón para emprender la posterior cuesta de septiembre con ciertas garantías. Recopilamos algunos trucos que nos ayudarán a no despilfarrar nuestros ahorros.
Las vacaciones suponen, con diferencia, el mayor gasto del verano. No se trata de renunciar a ellas, pero para ahorrar debes hacer un esfuerzo para ajustarte al presupuesto que hayas calculado e intentar no salirte de él. Es decir, no dejarte llevar por gastos improvisados y caprichos. Según explica el experto en finanzas Luis Pita, autor de 'Ten peor coche que tu vecino', subraya la importancia de establecer "un presupuesto de viajes cerrado" y de evitar "a toda costa endeudarte para viajar".
Una buena manera de establecer un presupuesto es repartir entre lo que te puedes gastar en efectivo, en tarjetas y en reservas con antelación, recuerdan desde los expertos de EFPA España. Incluso puedes destinar una pequeña parte para imprevistos y caprichos, de modo que incluso las improvisaciones queden acotadas. Dentro de tu planificación financiera, recuerda también qué gastos te esperan a la vuelta de las vacaciones (el seguro del coche, el material escolar de los hijos) para tenerlos también cubiertos.
Es importante ahorrar energía, estés donde estés. Con las altas temperaturas es muy tentador tirar del aire acondicionado sin medida par refrescarte, pero también sale cara. La clave es hacer un uso racional el aparato. Quizás puedas probar a mantener la casa fresca aireando por la mañana, bajando persianas y oscurecer las estancias para que no entre calor. Si vas a usar el aire acondicionado, aprovecha el modo Eco, para reducir el consumo un 30%. Otras maneras de optimizar este gasto es revisar el estado de la máquina, o evitar ponerlo muy alto para que enfríe rápido.
En esta época del año es más fácil que se descontrole el ahorro en el hogar y que se disparen los gastos en alimentación. Por supuesto, la clave está en aferrarse al presupuesto y en planificar los menús de forma semanal con productos a precios bajos y de temporada. Es una buena época para los alimentos frescos, las ensaladas o la fruta. Todos tendemos a comer menos que en invierno, lo que puede ayudar a la hora de hacer nuestro presupuesto y ahorrar más de lo que crees.
"El mejor momento para contratar tus vacaciones es o muy pronto o a última hora. A estas alturas del verano, salvo que tengas pensado viajar en septiembre, ya vas tarde para contratar con tiempo", explica Luis Pita. Por eso, si todavía no te has decantado por ninguna opción, deberías apostar por esperar hasta el último momento. Créate un listado de cuatro o cinco posibles destinos y decide en función del precio. Hay cantidad de páginas y apps de comparadores de viajes y hoteles para conseguir los mejores precios en los transportes y las estancias.
Otra opción es aprovechar ofertas en casas rurales, una alternativa mucho más barata que la de ir a la playa, por ejemplo. Siempre habrá destinos donde puedas encontrar una casa que en el último momento te dejen a buen precio. Otra manera de ahorrar es aprovechar el ocio gratuito, desde cines al aire hasta conciertos, pasando por visitas a museos. Y no olvides que muchas ciudades también cuentan con free tours que te pueden ayudar a conocer tu lugar de vacaciones.
El preahorro consiste en pagarte a ti mismo al principio del mes, antes de empezar a gastar el dinero que ganas. La clave está en destinar un porcentaje fijo de tu nómina y guardarlo en un lugar que ya no tocarás el resto del mes, preferentemente una cuenta corriente. Si has hecho esto cada mes, continúa haciéndolo en verano.
Y si quieres empezar, solo tienes que decidir qué porcentaje de tus ingresos quieres ahorrar cada mes y ordenar una transferencia periódica al banco. "El truco es que como el dinero no llega a nuestro bolsillo, no tenemos que hacer ningún esfuerzo para no gastarlo. Muy rápidamente te acostumbras y empiezas a ahorrar mucho más que el resto de las personas de tu edad", explica Luis Pita.