Puede que el dinero efectivo cada vez sea menos utilizado en favor de los pagos con tarjeta o el bizum, pero aún sigue siendo imprescindible en el día a día. Aún hay mucha gente que sigue llevando calderilla en los bolsillos, especialmente para esos pequeños pagos cotidianos, como tomar un café o comprar una barra de pan. En España se siguen utilizando ocho monedas -las de céntimos (1, 2, 5, 10, 20 y 50) y las de euros (1 y 2)- que se producen a escala industrial y con estrictos controles de calidad, aunque a veces puede ocurrir que el Banco de España las acabe retirando de la circulación.
Esto ocurre cuando la pieza está deteriorada, defectuosa o directamente está falsificada. Aunque las monedas son más resistentes que los billetes debido al material empleado en su fabricación, pueden deteriorarse debido al uso prolongado o por determinadas circunstancias como deformación, corrosión o fuego, según explica el Banco de España. Pero también puede suceder que, a pesar de los controles de calidad en su elaboración, la moneda presente un defecto de fabricación.
"Las monedas no aptas (deterioradas y defectuosas) deben retirarse de la circulación para prevenir problemas en su identificación por parte de las máquinas expendedoras o de pago, entre otras, así como para evitar que causen confusión sobre su autenticidad entre los usuarios", indica el organismo supervisor. Cuando la moneda es defectuosa se considera legítima pero no apta para la la circulación.
"Las personas o entidades que tengan monedas deterioradas pueden presentarlas en las sucursales del Banco de España o, en su caso, en su entidad de crédito, para su reconocimiento y posterior canje”, explican desde el organismo. Puede ocurrir que la cantidad y el estado de las piezas permitan su recuento y reconocimiento, en cuyo caso el Banco de España las canjeará en el momento de la presentación.
Pero en ocasiones esto no es posible y la persona interesada deberá seguir el procedimiento denominado 'Presentación de grandes volúmenes de monedas deterioradas en euros' en el apartado 'Otra información de interés'. Entonces, deberá aportar la información recogida en el formulario 'Solicitud de admisión de moneda deteriorada para su canje'. Si hay dudas sobre su autenticidad, las monedas serán sometidas a un análisis técnico. Finalmente se comunicará el resultado al propietario de las monedad y, si procede, se le abonará el importe correspondiente.
El Banco de España podrá rechazar el rembolso si detecta que las monedas han sido alteradas "bien deliberadamente o por un proceso del que sería razonable esperar que tuviera por efecto alterarlas". En este tipo de daños mecánicos habría que incluir las alteraciones con fines decorativos, artísticos o publicitarios. Lo que se pretende es luchar con eficacia contra las falsificaciones y así prevenir estafas. Hay que subrayar que en 2023 se retiraron 32.969 monedas falsas, un 25% más que en 2022.