Bien porque te has comprado la casa de tus sueños, bien porque quieres explorar vías para reducir tus gastos mensuales, septiembre es el momento ideal para plantearte un cambio de calefacción en casa. Y, si estás ya con ese debate en la cabeza, seguro que te has hecho la gran pregunta: ¿qué tipo de sistema de calefacción instalar?
Hace unas cuantas décadas, cuando todas las casas se calentaban con calderas de leña o carbón no había ningún tipo de duda. Sin embargo, ahora, por suerte, los sistemas son mucho más eficientes, menos contaminantes y más económicos para tu bolsillo. Aquí te mostramos las diferencias entre unos y otros.
Hoy por hoy, este tipo de calderas únicamente están recomendadas si la casa está situada en una zona rural en la que no hay proximidad de ningún otro tipo de combustible (lo cual, en España, no es habitual). Es de los sistemas más contaminantes y el combustible no es más barata que otros como el gas o la biomasa.
- Instalación: un depósito para dominarlo todo
La primera desventaja es que tienes instalar un depósito donde alojar el combustible. Este tiene que estar a cubierto, por ejemplo en el garaje. Además, tienes que instalar una caldera de gasóleo. Ambos elementos pueden convivir en el mismo espacio.
En cuanto a precio de instalación, la inversión del depósito ronda los 500€, mientras que la caldera va desde los 500€ una básica de 39,4 kW de potencia y solo para calefacción hasta los más de 2000€ del modelo con acumulador vitrificado y alta eficiencia.
- Suministro: poco económico y contaminante
Otra desventaja (como cualquier sistema no canalizado), es la incomodidad de tener que estar pendiente para no quedarte sin combustible. A fecha 23 de septiembre de 2019, el precio por litro rondaba los 0,923 euros. Teniendo en cuenta que un depósito tiene, de media, unos 1.200 litros, cada vez que te toque recargarlo (una vez al año aproximadamente), te costará unos 1022€ más el transporte.
- Precio de producción por kWh
Gasóleo a granel: 0,0678 - 0,16 €/kWh
Pasamos a los combustibles conocidos como GLP (gases licuados del petróleo). También es una fuente fósil de energía, pero mucho menos contaminante que el gasóleo. Es una fuente pensada para zonas donde no haya canalización de gas natural. En España, puede ser habitual en zonas rurales y en ciudades pequeñas.
- Instalación: en comunidad, por bombonas o con depósito propio
En en el caso del gas propano, se abren tres opciones para su instalación: canalizado porque en tu urbanización hay un depósito comunitario, por grandes bombonas de propano que se ubican en un lugar del exterior de tu casa y que debes cambiar cada vez que se agotan, o con un depósito propio que, en este caso, puede estar enterrado o al aire libre (aéreo), pero nunca en el interior de la casa.
En cuanto al precio de instalación: si tienes canalización en la comunidad y depósito comunitario, solo tendrás que pagar la caldera, que ronda los mil euros un modelo con 26,5 kW de potencia.
La instalación de bombonas suele correr a cargo de la compañía suministradora si firmas un contrato de permanencia.
Si lo que quieres es instalar un depósito propio (que tendrá mucha más autonomía que las bombonas), rondará de nuevo los 2000€. En este caso, la mayoría de compañías ofrecen la opción de firmar un contrato de lagar permanencia con el que te suelen instalar el depósito sin coste alguno. Eso sí, si algún día decides cortar el contrato, tendrás que devolver el depósito. Hay dos tipos de depósitos, aéreos y enterrados. Debes saber que en el caso de depósitos enterrados (si te importa la estética de tu parcela, suele ser la opción más conveniente), la obra civil de hacer el hoyo y enterrar el depósito sí correrá a tu cargo y puede llegar a superar los 1.500 euros.
- Suministro: tres vías para un mismo fin
Canalizado: el gas llega hasta la caldera a través de una canalización preexistente en la urbanización y proviene de un depósito compartido por la comunidad de vecinos. Ese depósito se tiene que recargar cada cierto tiempo, pero suele encargarse la propia administración de la comunidad. Es muy típico en urbanizaciones.
A granel: el gas proviene de un depósito que previamente has tenido que instalar en tu jardín.
Por bombonas: la fuente de suministro aquí son bombonas, normalmente de 35 kilos (no son las típicas bajitas y anchas que recuerdas, sino un formato más moderno, mucho más alta y con mayor capacidad). Se suelen instalar por parejas. Su gran inconveniente es que duran menos que el resto de sistemas de gas y conllevan la incomodidad de llamar cada cierto tiempo para reponerlas.
- Coste de consumo: precio estable con indiferencia de la fuente
Canalizado: 0,08 €/kWh
A granel: 0,09-0,14 €/kWh
Por bombonas: 60€ unidad- 0,08 €/kWh
En este caso, la decisión no es tanto tuya, sino de la instalación que llegue a tu casa. "Las calderas de gas natural son menos contaminantes", nos cuenta Aurelio Lanchas, jefe de producto de calefacción de Ferroli España. "Estas calderas son muy seguras porque son estancas de condensación, es decir, que no cogen el aire de dentro de la vivienda sino del exterior. Se pueden instalar en la cocina, porque no contaminan ni vician el ambiente".
- Instalación: sin preocupaciones añadidas
Una de las grandes ventajas de este tipo de calderas es que te ahorras toda la parte de instalación desde el depósito hasta tu casa, ya que va canalizado por las calles y por tu comunidad. Al darlo de alta, tendrás que pagar el contador y la caldera si no la tenía ya la casa. El precio puede ir desde los 700 euros de una con 23,5 kW de potencia hasta los 4.400 euros de otra con 69,9 kW.
"El rendimiento de estas calderas es muy alto y las emisiones son menores que las calderas antiguas. En los últimos 4 o 5 años ha habido un cambio que las hace más eficientes. Los rendimientos están en torno a un 25% y los precios han ido bajando", comenta Aurelio Lanchas.
- Suministro: más eficiencia
Dentro de este mundo de calderas de gas natural están las que solo dan calefacción y otras que también aportan agua caliente sanitaria.
"El gas natural es mucho más rentable. La caldera de gas natural sobre el gasóleo es más económica y también el consumo. Aunque depende del precio del gasóleo, aun estando este barato sigue ganando el gas natural, y no te tienes que preocupar de que venga un camión y te cargue el depósito", zanja Lanchas.
- Precio por kWh gas natural canalizado: 0,045 - 0,0615 €/kWh
Como ya habrás podido deducir, este tipo de calderas no requieren ningún tipo de canalización de suministro ad-hoc. Basta con enchufarlas a la red eléctrica y a la red de agua para que puedan funcionar correctamente. Son raros los casos en los que deben ser enchufadas a un suministro eléctrico trifásico (380v), pero dependerá de la potencia que quieras.
- Instalación: la propia eléctrica de la casa
Se pueden conectar con un sistema de radiadores o suelo radiante, y no tiene el riesgo de sufrir pérdidas peligrosas, como las de gas natural o gasoil. Tienen una eficiencia cercana al 90% y es uno de los sistemas menos contaminantes. Además, puedes conectarlas a un sistema de placas solares para que tu instalación sea prácticamente 100% sostenible con el medio ambiente.
Los precios de una caldera eléctrica de 9kW suele rondar los 700 euros, mientras que una estándar de 15kW estaría cercana a los 1100 euros.
- Suministro: más potencia contratada
Uno de los principales inconvenientes con las calderas eléctricas es que, casi seguro, tendrás que aumentar la potencia contratada con tu compañía suministradora.
- Precio por kWh
El precio varía en función de la tarifa contratada y de múltiples factores. De hecho, cambia prácticamente cada hora. Aun así, el precio medio por kWh suele rondar los 0,10775 euros.
Lo primero que debes tener en cuenta es que esta opción solo es de calefacción. Para el agua caliente de tu vivienda tendrás que instalar otro sistema; a) termo eléctrico de agua caliente o caldera eléctrica si quieres mantener la electricidad como única fuente energía; b) cualquier otro sistema que caliente el circuito del agua como gas, gasóleo, biomasa...
- Instalación: muy sencilla
Es, de hecho, la más sencilla. Se trataría de instalar radiadores eléctricos en cada espacio correspondiente y enchufarlos a la red eléctrica. Sin más.
- Suministro
No tiene ningún misterio, ya que te servirá el mismo suministro de electricidad que recibes habitualmente en tu hogar, aunque es posible que tengas que aumentar la potencia contratada.
- Precio por kWh
Del mismo modo que con las calderas eléctricas el precio medio por kWh suele rondar los 0,10775 euros. A esto debes sumarle el precio por kWh del método que elijas para tener también agua caliente sanitaria.
Para acabar con este repaso de los distintos sistemas de calefacción que puedes encontrarte en el mercado, en los últimos años se ha puesto muy de moda la opción de las calderas de pellets. En este ámbito tienes dos variantes: las estufas de pellets, que únicamente calientan la estancia donde se encuentran ubicadas o se conectan a los radiadores, o las calderas de pellets, que te darán agua sanitaria caliente y calor en los radiadores.
- Instalación: costosa si lo quieres para calefacción y agua caliente
En el caso de que quieras una estufa de pellets, la instalación se simplifica enormemente. Solo hará falta un buen lugar para colocar la estufa y una salida de humos. La estufa no puede estar pegada a la pared, por seguridad, y los tubos de extracción deben tener unos grados de inclinación para favorecer la extracción. El precio de una estufa de este tipo, de 6,5 kW e indicada para estancias de 57,6 a 156 m2, ronda los 1200 euros.
Si optas por la estufa de pellets conectada a los radiadores, el precio aumenta hasta los 2200 euros de media. Ten en cuenta que necesitarás de un profesional para conectar tu estufa al circuito general de radiadores.
La opción de caldera de pellets es aún más costosa y te hará falta más espacio. La caldera, que deberá ir en el exterior, tendrá que estar conectada a una tolva desde donde irán cayendo los pellets automáticamente, y todo ello conectado a ambos circuitos: el de calefacción y el de agua caliente. Además, necesitarás un depósito de agua caliente para tenerla siempre disponible.
- Suministro: distintas variantes de biomasa
En todos los casos, el suministro de estas estufas / calderas deberá ser manual. En el caso de las estufas, mediante sacos de pellets y, con las calderas, mediante camiones especializados. También puedes ecoger la opción de calderas / estufas híbridas, que dan la opción de combinar pellets con madera e incluso huesos de aceituna o cáscara de almendra.
- Precio del consumo
Con datos del segundo trimestre de 2019, el precio del saco de pellet de 15 kilos está en 4,39€ (más desplazamiento), pero habitualmente se suele comprar por palets, que sale a 282,11 €/t, por lo que el precio unitario por saco se quedaría en unos 4,27€.
En cuanto al precio por kWh, se calcula que, con un kilo de pellet se pueden conseguir 4,8 kWh, por lo que para conseguir 1 kWh necesitaríamos 0,21 kg de pellet, es decir, si usamos la opción de sacos individuales 1 kWh = 0,06146 €; con la opción de compra por toneladas, 1 kWh = 0,05978 €.
Para explicar el funcionamiento de la aerotermia bastaría con irnos a un sistema de aire acondicionado estándar. En él, hay un split en la estancia y una unidad exterior. Se produce un trasiego de energía, moviéndola del interior al exterior y viceversa. "Cuando pasas por delante de una unidad exterior echa aire caliente. Esa energía viene del interior de tu salón. Lo que hace es robarle la energía al salón y lo echa hacia afuera", explica Manuel Rabanal, ingeniero técnico del departamento de calefacción de Daikin.
"En invierno es lo contrario: el aire que mueve es más frío porque le roba energía al aire exterior para moverlo dentro de la vivienda. Cuando aportas energía a un sistema le das temperatura. Esto es lo que hace cualquier bomba de calor del mercado", comenta Rabanal.
La diferencia, pues, entre un sistema de aire acondicionado normal y un sistema de aerotermia es que este último también se puede conectar al agua caliente sanitaria. "La aerotermia enfría o calienta un circuito de agua. Cuando está frío me lo llevo a los aparatos que me van a enfriar, y cuando está caliente, al suelo radiante, radiadores o a calentar agua sanitaria. Lo hace con alta eficiencia", argumenta el ingeniero.
- Instalación: complicada, pero funcional
La instalación de la aerotermia está recomendada, sobre todo, para obra nueva o casas que dispongan de suelo radiante, ya que así tendrán un mayor rendimiento y menos pérdida calorífica.
Los componentes que son básicos para una instalación de aerotermia son una bomba de aire exterior, un depósito una central de gestión de datos, varios dispositivos para controlar la temperatura exterior e interior y los propios aparatos de emisión, desde radiadores (si no dispones de suelo radiante) hasta los splits para el aire frío.
- Consumo: pagas uno, obtienes cinco
Una de las principales ventajas de la aerotermia es que tiene un rendimiento de prácticamente un 500%; es decir: por cada kWh que consumes de electricidad de la red general estás produciendo 5 kWh de energía para tu hogar, bien de calor, de frío o mixto. Haciendo cuentas: por cada 0,10775€ estás produciendo energía que, de otro modo, te costaría 0,53875€, por lo que el ahorro es considerable.
"Este rendimiento tan alto se debe, en gran parte, al refrigerante R-32, que tiene unas propiedades que le hace ser más eficiente con las altas temperaturas, y eso es básico para hacer agua caliente sanitaria de forma rápida y barata. Al compresor le cuesta menos moverlo y, por tanto, el rendimiento es mayor y el mantenimiento menor", concluye Manuel Rabanal.
A este consumo le puedes incluir una variable más: la aerotermia con instalación de placas fotovoltaicas. El precio, en este caso, aumentará (calcula lo que te costaría una instalación solar en tu casa), pero, una vez lo hayas invertido, podrás presumir de tener agua caliente, calefacción y aire acondicionado de una manera totalmente sostenible y 100% ecológica.
Todos estos datos están muy bien, pero lo más importante es saber lo que vas a consumir con cada tipo de sistema. La fórmula que debes aplicar para calcularlo es la siguiente:
Precio del kWh * cantidad de consumo (lo tendrás en tu certificado energético) * metros cuadrados útiles de la vivienda.
Ten en cuenta que, para calcular el precio, también deberás sumar lo que te cobran por el alquiler del contador y el coste de revisión y mantenimiento anual, más el 21% del IVA.