Seamos sinceros: nos morimos de ganas de irnos de viaje. Tras más de un año marcados por las restricciones contra la Covid-19, el levantamiento del segundo estado de alarma el pasado mes de mayo y el buen ritmo de vacunación de nuestro país, que, de acuerdo con las últimas cifras del Ministerio de Sanidad, ha permitido que más de 19.500.000 personas tengan la inmunidad completa contra el virus, nos ha devuelto la ilusión por organizar escapadas, ya sea dentro o fuera de nuestras fronteras.
Según los datos del sexto barómetro “Consumo y compra dentro y fuera del hogar después del Covid-19”, realizado por AECOC Shopperview en colaboración con 40dB, el 53% de los españoles tiene previsto irse de vacaciones este verano, mientras que un 22% todavía duda sobre cuáles serán sus planes. En comparación con el año pasado, cuando casi la mitad de la población decidió no hacer ninguna escapada en verano, este año solo un 25% de los ciudadanos pasará las vacaciones en casa, una mejora que pone de manifiesto el cambio de mentalidad de la población con respecto a la pandemia.
De los ciudadanos que saldrán este verano de casa, la mayoría optará por visitar destinos nacionales. En concreto, el 41% planea hacer una reserva en hoteles u hostales, frente al 28% del verano pasado, un 40% irá a casas rurales o apartamentos, frente al 31% del año anterior, y un 33% se decantará por ir a su segunda residencia, el mismo porcentaje que en 2020. En contraparte, solo un 12% se marchará al extranjero.
Irse de vacaciones trae consigo una serie de costes, incluso para quienes cuentan con una segunda residencia. Sin embargo, según el barómetro del AECOC, este verano estará marcado por la contención del gasto. En concreto, la asociación señala que un 88% de los españoles tiene intención de gastar menos tanto en el alojamiento como en el desplazamiento, ya sea en tren, avión u otro medio de transporte.
Además, un 63% planea mantener sus hábitos de consumo en casa y en restaurantes, mientras que un 16% aumentará el gasto en alimentación para comer en el hogar y un 21% saldrá más a bares y restaurantes que antes de la temporada estival.
De acuerdo a los datos de un reciente informe elaborado por el Observatorio Nacional del Turismo Emisor, ObservaTUR, y publicado el pasado 21 de junio, este verano los españoles gastarán una media de 566 euros por persona, un 5% menos que en 2020, cuando la media se situó en 595. En este sentido, el informe señala que los viajeros que contarán con un presupuesto inferior a 1.000 serán mayoría, en torno a un 54%, mientras que solo un 4% podrá superar los 3.000 euros.
El observatorio también apunta que la economía es el principal motivo por el que muchos españoles no se irán de vacaciones. En concreto, un 40% de las personas que se quedarán este año en casa lo hará por razones económicas, relegando el miedo a la pandemia a una segunda instancia. Sin embargo, un estudio elaborado por El Observatorio Cetelem comparte unas perspectivas mucho más esperanzadoras.
Según este estudio, los españoles planean gastar un 20% más en sus vacaciones de verano que en 2020. Así, apuntan, se espera que el desembolso medio sea de 1.015 euros, frente a los 848 del verano anterior, siendo salir de restaurantes, ir de compras y viajar por el territorio nacional las tres actividades predilectas de cara a estos meses.
Sea como sea, ambas cifras no llegan a alcanzar los datos de 2019, cuando los españoles gastaron una media de 1.241 euros durante la temporada estival.