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Unas perlas de vidrio brillantes y multicolores. Así describen los científicos las minúsculas muestra de tierra de impacto (es decir, extraída de los lugares donde han impactado meteoritos) que fueron recogidas por la misión espacial china en 2020 y que, según adelantó esta semana la revista Nature Geoscience, contendrían agua. Minúsculas cantidades de agua, pero agua al fin. El hallazgo tiene especial relevancia porque contribuiría a responder una pregunta que nos hemos estado haciendo durante décadas: ¿Es posible vivir en La luna? La respuesta, según expertos, es que sí, las personas podrán establecerse allí... en un mediano plazo.
La colonización lunar es un sueño largamente acariciado por la humanidad. Mucho antes, incluso, de que los viajes espaciales se hicieran realidad. Grandes autores y especuladores científicos como Julio Verne ('De la tierra a la luna') o H.G. Wells ('Los primeros hombres en la luna') ya fantaseaban a finales del s. XIX con posible alunizajes.
Pero si bien durante el más de medio siglo transcurrido desde el primer alunizaje del Apolo XI, la idea de establecer colonias humanas en nuestro satélite natural más importante tuvo su pico durante finales de los 60, también es verdad que con la Guerra Fría, la idea fue menguando hasta quedar prácticamente descartada.
Ya entrado el s XXI, sin embargo, y debido a factores como la emergencia climática, el calentamiento global o el agotamiento de recursos, volvemos a mirar a las estrellas con creciente interés. Entre las muchas dificultades de este proyecto -lo caro de los viajes, el suministro de oxígeno, las temperaturas, la gravedad, las radiaciones, etc, la falta de agua fue siempre uno de los escollos más importantes.
Las perlas de vidrio que contienen agua no tienen, en muchos casos, más grosor que el de un cabello, pero el caso es que hay en la superficie lunar billones de estas perlas, lo que sería un indicador de que hay cantidades significativas de agua. De hecho, un reportaje de Los Ángeles Times señala que el objetivo de la NASA es que volvamos a la Luna en 2025, y que el objetivo concreto esta vez es llegar al polo sur del satélite, donde se especula hay una gran cantidad de agua congelada.
Sí, no hace falta irse a la luna para pensar en la jubilación como en algo propio de la ciencia ficción. Pero seamos optimistas ¿Qué tan realista es pensar en un posible retiro lunar? Hay varios factores que hace que las soñadas colonias lunares parezcan cada vez más cerca. Se sabe, por ejemplo, que los polos lunares, están bañados por el sol de manera casi permanente y el desarrollo de la tecnología de placas solares podría garantizar el sostenimiento energéticos de asentamientos humanos. Las comunicaciones con la tierra tienen un retraso de menos de tres segundos, con lo cual el anclaje con el planeta madre sería permanente, cosa que no ocurre con otras posibles colonias como Marte.
El año pasado Bernard Foing, científico de la Agencia Espacial Europea le dijo a Televisión Española que en 2030 habrá seres humanos habitando la luna por periodos de entre seis meses y un año. "Para 2050 podremos tener unas mil personas viviendo permanentemente allí", sostuvo. Pero ¿dónde vivirán los humanos que presumiblemente llegarán allí dentro de 25 años?
Como recoge un informe de National Geographic España, la firma de arquitectos Skidmore, Owings & Merrill (SOM), lleva mucho tiempo estudiando las características de las futuras casa lunares. "Tomando el módulo BEAM inflable actualmente adjunto a la Estación Espacial Internacional (la ISS) como modelo de partida, SOM ha diseñado una estructura de carcasa semi-inflable para ofrecer la mayor relación posible entre volumen y masa. Una vez inflados los módulos en la superficie de la Luna alcanzarían aproximadamente el doble de su volumen interno original" dice Héctor Rodríguez, autor del informe. Cada módulo tendría cuatro pisos y podría mantener vivas a personas durante 300 días.
De momento, aún es pronto para pensar en el plan de retiro lunar, pero siempre conviene recordar las palabras del físico ruso Konstantin Tsiolkovski, visionario de la colonización: "la tierra es la cuna de la humanidad, pero no podemos vivir siempre en una cuna".