La mayoría de las personas sueñan con llegar a ser millonarios, pero muy pocos son los que desean dejar de serlo. O los que se conforman con serlo menos. Es el caso de Marlene Engelhorn, una austriaca de 31 años, nieta de Friedrich Engelhorn, fundador de BASF, la mayor empresa química y farmacéutica del mundo. Marlene es también la heredera e la fortuna que le dejó su abuela Traudl al fallecer en 2022. Ya entonces se hizo famosa por abanderar el movimiento 'Taxmenow' para promover una mayor imposición fiscal a los muy ricos. Ahora va un paso más allá y ha decidido repartir esa herencia, cerca de 25 millones de euros, entre un puñado de afortunados elegidos al azar.
Engelhorn, que se ha plantado estos días a la entrada del Foro de Davos con un cartel reclamando gravar más impuestos a los millonarios, tiene claro que "si los políticos no hacen su trabajo y redistribuyen, entonces tendré que redistribuir mi riqueza yo misma". Para ello ha ideado un plan digno de Willy Wonka: 10.000 ciudadanos austriacos aleatorios de entre 16 y 50 años han sido elegidos, por carta, para formar parte de un experimento del que terminarán saliendo 50 elegidos.
Este grupo de 50, más 15 suplentes, en el que estarán representados todos los estratos sociales, deberá reunirse en Salsburgo de marzo a junio este año, con todos los gastos pagados, y decidir conjuntamente cómo destinar ese dinero al desarrollo de la sociedad. Marlene no tendrá no tendrá ni voz ni voto en el resultado de los debates, pero la decisión tendrá que ser unánime. En caso de que no haya consenso sobre cómo usar ese dinero, la herencia volverá a la joven heredera. Eso sí, en ese caso promete encontrar otro método de redistribución.
El objetivo de Engelhorn es denunciar "el fracaso" de los gobiernos para frenar las crecientes desigualdades. "He heredado una fortuna y con ella un poder, sin haber hecho nunca nada para merecerlo. Y el estado ni siquiera quiere que pague el impuesto de sucesiones", sostiene la multimillonaria y activista. Mientras, "mucha gente lucha por llegar a fin de mes con un trabajo a tiempo completo, y paga impuestos por cada euro que gana trabajando. Lo veo como un fracaso de la política, y si la política fracasa, los ciudadanos tienen que arreglárselas solos", explica en un comunicado.
Marlene pretende deshacerse del 90% de la fortuna heredada de su abuela para "dejar de formar parte del 1%" y salir del "gueto dinástico de ricos" al que pertenece, consciente de que, en cualquier caso, será capaz de seguir viviendo con las rentas de BASF. Al final, se trata de "devolver su dinero a la sociedad", declaró en una entrevista al diario berlinés 'Tagesspiegel'.
Los Engelhorn han sido conocidos siempre no solo por ser los dueños de la empresa química BASF y Boehringer Mannheim, sino también por su filantropía, apoyando a jóvenes científicos con centros de arqueología y programas musicales.