El tiempo pasa, pero en la moda todo vuelve. Si has ido recientemente de tiendas, te habrás dado cuenta de que muchas de las tendencias que hoy pueblan los escaparates son las mismas que nos conquistaron en los años 70, 80 y 90. Trajes holgados, chalecos de punto, vaqueros de colores, bombers, camisas con estampados retro, zapatillas estilo running, patchwork…
En una época tan convulsa como la que estamos viviendo, en la que la pandemia de coronavirus ha acabado con nuestra normalidad y la incertidumbre nos impide ver un futuro claro, las grandes firmas han decidido mirar hacia atrás para recuperar la estética de unos felices años que poco tienen que ver con la realidad que estamos viviendo, un ejercicio de falsa nostalgia que también ha afectado a uno de los sectores más lujosos del mercado: la relojería.
Recientemente, la manufacturera suiza Tissot sorprendía a sus clientes reeditando su clásico Tissot PRX, un reloj que lanzaron por primera vez al mercado en 1978 y que representaba aquel espíritu de fiebre del sábado noche que tantas alegrías nos ha dado. Ahora, el icónico Tissot PRX ha incorporado los últimos avances tecnológicos para enamorar a los aficionados de la alta relojería, y todo indica que lo está consiguiendo. En tan solo unos días, la compañía ha logrado vender la primera remesa de estos nuevos relojes, pero ¿qué es lo que los hace tan especiales?.
El nuevo Tissot PRX es un gran homenaje al modelo original que combina la moda actual con el espíritu setentero de su predecesor. A finales de la década de los 70, el prestigioso manufacturero suizo decidió sumarse a la revolución pop que recorría el mundo y lanzó al mercado una serie de relojes con brazalete integrado y equipados con los revolucionarios movimientos de cuarzo que bebían directamente de la estética del momento. Uno de estos relojes, y el más popular, fue el Tissot PRX, un modelo de cuarzo con pulsera de acero y una caja e índices muy finos que supo fusionar los anchos eslabones transversales que entonces dominaban la relojería con una caja plana en forma de tonel.
El nuevo Tissot PRX mantiene los principales rasgos de su predecesor, pero los fusiona con las actuales tendencias de los relojes deportivos para crear un modelo único y elegante. Con un gran nivel de acabado, este nuevo reloj de cuarzo, que recibe el nombre de Tissot PRX 40 205 como homenaje al número de producto de la versión original, se caracteriza por su bisel fino, liso y redondeado y su caja de acero inoxidable de 40 milímetros en forma de tonel. Su esfera incluye diferentes texturas, como el cepillado vertical o el efecto rayo de sol, que aparecen también en los acabados de la caja y la pulsera. Además, para mantener la delgadez del brazalete en la caja, en esta nueva versión las agujas se han superpuesto en muy poco espacio, creando un efecto óptico que hace que pensemos que la caja es aún más fina de lo que lo es en realidad.
Por ahora, este nuevo reloj está disponible en tres variantes que se diferencian por su esfera. Podemos encontrarlo en negro o azul brillante con índices y agujas niquelados o en gris plateado y satinado, con índices y agujas de color oro rosa. El precio de cada una de estas variantes es de 350 euros y ya están disponibles en la tienda del fabricante. No obstante, está previsto que la compañía lance nuevos modelos con el movimiento automático Powermatic 80 del Grupo Swatch, la empresa matriz de Tissot y el mayor grupo relojero del mundo.