Un trabajador feliz incrementa en un 88% su productividad en la empresa, según un estudio de la Consultora Creciente Sustentable. Sin embargo, seis de cada 10 trabajadores aseguran no ser felices en su puesto de trabajo, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).
Las compañías son cada vez más conscientes del impacto que la felicidad laboral tiene en sus resultados y garantizarla se ha convertido en parte de la estrategia empresarial. De ahí surge la figura figura del 'Chief Happiness Officer' o, lo que es lo mismo, el Director de Felicidad, que se ha convertido en una pieza fundamental en muchas organizaciones y cuyo objetivo es fomentar espacios donde los empleados se sientan felices.
Con motivo de la celebración este 20 de junio del Yellow Day, el día más feliz del año, la plataforma de formación online Udemy, junto con el experto en liderazgo Agustín López Guzmán, nos comparten cinco claves para alcanzar la felicidad (y mantenerla) en tu puesto de trabajo.
Las personas que tienen la oportunidad de hacer aquello que les gusta y llevarlo a la práctica en su trabajo obtienen una mayor satisfacción y rendimiento laboral. Para ello debemos aplicar pequeños cambios que potencien nuestras propias fortalezas. Si no las conoces es importante que dediques tiempo a descubrirlas y buscar la forma de ponerlas en práctica.
"Las experiencias caracterizadas por emociones positivas, nos hacen más inteligentes, más saludables y, además, mejoran nuestras relaciones interpersonales”, explica López Guzmán. Hay emociones como la alegría, el humor, el optimismo, la esperanza y, por supuesto, la gratitud, que deberían estar siempre presentes en el entorno laboral.
La risa, como la felicidad, es contagiosa. Si se establecen los cauces adecuados, un trabajador feliz no tardará en contagiar a los demás su estado de ánimo. Plasmar estas emociones positivas sobre un papel al finalizar cada jornada laboral permite que nuestro cerebro pueda tener la capacidad de detectar siempre los factores positivos frente a los negativos.
Un cerebro atento es un cerebro feliz. Por supuesto, siempre habrá distracciones externas (emails, llamadas telefónicas, etc.) e internas (problemas personales, preocupaciones en torno a una tarea personal, etc.) que pueden hacer que uno no pueda concentrarse plenamente Por ello, es necesario practicar la concentración efectiva.
Unas buenas relaciones interpersonales nos hacen más felices y crean entornos y situaciones mucho más saludables. Por ello, debemos fomentar comportamientos como ser más agradecidos, escuchar activamente a la otra persona o preguntar antes de juzgar. Esto nos ayuda a potenciar las relaciones de calidad en el entorno laboral.
En un entorno laboral es fundamental encontrar el 'para qué' de lo que uno hace. Ejecutar nuestro trabajo sabiendo el propósito que hay detrás nos permite tener una mayor seguridad en lo que hacemos. Es esencial hacer el ejercicio de preguntarse a uno mismo '¿para qué hago lo que hago?'. Marcarse unos objetivos es importante para lograr la felicidad en el trabajo pero, sabiendo también que obsesionarnos con ellos nos impedirá alcanzarla.