El estallido de la pandemia de la Covid-19 cambió nuestra forma de entender el trabajo y trajo a la palestra algunas propuestas que abogan por cambiar el modelo laboral en el que nos encontramos.
Una de las más debatidas es la jornada laboral de cuatro días, un modelo que plantea que los empleados trabajen durante cuatro días a la semana pero cobrando el mismo salario que si trabajasen cinco.
En los últimos años, varias empresas de todo el mundo han empezado a aplicar este modelo de trabajo, con el que los empleados podrían disfrutar de tres días de descanso y compaginar mejor su vida laboral y personal. Una de las pioneras fue Shake Shack, una cadena de comida rápida estadounidense que en 2018 decidió reducir la jornada de trabajo a 32 horas en algunos de sus locales. La cadena amplió en 2020 el número de locales a los que aplicaba esta medida, aunque en septiembre de 2021, y como consecuencia de la pandemia de la Covid-19, decidió pausarla hasta nueva orden.
Otra compañía que también ha probado suerte con la jornada de cuatro días es Microsoft, que en agosto de 2019 decidió aplicar a 2.300 trabajadores de su división de Japón esta reducción de jornada, logrando, según sus propios datos, un aumento de la productividad del 40%. A raíz de la pandemia de la Covid-19, además, otras compañías como Shopify, el sitio de comercio electrónico canadiense, o Unilever, el importador británico, también comenzaron a aplicar este sistema.
En el caso de Shopify, la compañía lo puso en práctica en junio de 2020, después de inclinarse hacia el teletrabajo. En el caso de Unilever, la empresa hizo una prueba de un año en su sede de Nueva Zelanda, que afectó a 170.000 empleados.
A nivel nacional, hay varias empresas que a partir de la pandemia del coronavirus comenzaron a disminuir la jornada de sus trabajadores sin reducirles el salario, como es el caso de Software Delsol, una compañía de desarrollo de software con sede en Jaén que ha reducido la jornada de sus trabajadores a 36 horas semanales, o Toldos Porriño, una empresa gallega que implantó la jornada laboral de cuatro días sin reducción de salario en septiembre de 2021.
A pesar de que hay varias empresas que han puesto en práctica este modelo de negocio, actualmente no hay ningún país que aplique a nivel estatal la jornada de cuatro días sin reducción de salarios. No obstante, hay varios que han hecho pruebas y otros tantos que están probando otras alternativas.
En Bélgica, por ejemplo, a principios de año, se aprobó un acuerdo para la reforma del mercado laboral que incluía la posibilidad de concentrar la semana laboral en cuatro días o, en su defecto, flexibilizar los horarios para "dar más libertad a los trabajadores”. Esta medida ofrece a los empleados la posibilidad de elegir entre una jornada de cuatro o cinco jornadas, pero no supone una reducción de la misma, ya que en ningún momento se disminuyen las horas trabajadas.
Al contrario, en caso de que un trabajador decida trabajar solo durante cuatro días, deberá aglutinar las 40 horas de trabajo que le corresponden en estas cuatro jornadas. No es exactamente una reducción de jornada, pero, al menos, es una propuesta nueva.
Entre los países que sí han probado a aplicar esta medida se encuentran Islandia, que entre 2015 y 2019 llevó a cabo un experimento por el que redujo la jornada laboral de sus trabajadores a 35 horas manteniendo los salarios, Suecia, que en 2015 decidió hacer la prueba con resultados dispares, o Reino Unido, donde recientemente ha comenzado un programa experimental por el que 70 empresas y 3.300 trabajadores han visto reducida su jornada laboral a cuatro días sin rebajar el salario.
Además, Escocia está ultimando los detalles para probar esta medida, y empresas de Nueva Zelanda ya la han puesto en marcha.
En España, la jornada laboral de cuatro días ha sido defendida por MásPaís, el partido liderado por Íñigo Errejón, que alcanzó un acuerdo con el Gobierno para llevar a cabo un proyecto piloto de reducción de jornada en nuestro país. Esta iniciativa estará dotada con 50 millones de euros, que se destinarán a aquellas empresas que adopten, de manera voluntaria, una jornada de 32 horas. De momento, eso sí, aún no hay fecha para llevar a cabo este proyecto, aunque el pasado mes de mayo, durante la Cumbre Internacional de la Semana de 4 días, Errejón apuntó a que “muy pronto” estarían disponibles las bases.