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El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2023, presentado la pasada semana en el Congreso, trae algunas interesantes novedades para los ciudadanos. Una de ellas es el incremento que podrán disfrutar los trabajadores desempleados que cobran la prestación contributiva por desempleo del Servicio Público del Empleo Estatal (SEPE), es decir, el paro.
Concretamente, la base reguladora de la prestación por desempleo pasará del 50% al 60% a partir del séptimo mes. Este aumento puede suponer un incremento de 100 euros de media para las personas que siguen cobrando el paro pasados los 180 días. La mejora afectará a unas 300.000 personas, según el secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey.
Así, los trabajadores con peores salarios y que hayan acumulado menores cotizaciones serán las personas más beneficiadas con esta modificación. La base reguladora se calcula en función de lo que ha cotizado el trabajador durante su vida laboral. Para calcular el paro del SEPE se tiene en cuenta los últimos 180 días trabajados.
Desde el SEPE apuntan que la base reguladora del paro va a seguir cobrándose conforme a la media de las bases de cotización por desempleo de los seis meses anteriores a la solicitud del despido. Es por ello que la cuantía a recibir queda fijada de la siguiente forma:
Para tener derecho a ella se deberá haber cotizado un mínimo de 360 días para cobrar dicha prestación en los últimos seis años anteriores a la solicitud. Esto da derecho a cuatro meses de paro que se podrá recibir hasta un máximo de dos años. Además, se deberá mantener la inscripción como demandantes de empleo y suscribir el compromiso de actividad.
Este refuerzo para los parados viene acompañado de otras medidas. La titular de Hacienda también ha desgranado otros puntos incorporados en los Presupuestos de 2023, como la revalorización del Ingreso Mínimo Vital (IMV) en torno al 8,5%, que beneficiará a 1,2 millones de personas.
Otra de las novedades anunciadas por Montero es que, tanto el paro como los subsidios por desempleo van a experimentar un incremento a través del Indicador Público de Rentas de Efectos Múltiples (IPREM). Este va a subir de los 579,02 a los 600 euros, lo que supone una subida en las cuantías de un 3,6%.