Algunos trabajadores españoles verán incrementada su nómina durante el próximo año, y no porque suban los salarios. El Ministerio de Hacienda quiere evitar que la rebaja del IRPF a las rentas inferiores a 21.000 euros produzca una brecha fiscal con respecto a quienes declaran un rendimiento levemente superior a esa cantidad. Esa es la razón por la que realizará un ajuste técnico que afectará a cerca de 250.000 trabajadores en todo el país y que significará que esas personas reciban una cantidad extra en su salario que podría superar los 1.000 euros anuales.
Hacienda ha modificado la tabla de retenciones en Renta de cara al próximo año, de modo que se reducirá la cuantía retenida para las nóminas con salarios de entre 22.000 y 35.000 euros. Sólo se verían beneficiadas aquellas personas que se muevan en ese rango y no cuenten con rentas superiores a los 1.500 euros anuales y los contribuyentes sin derecho a reducciones para familias monoparentales. Según cálculos del Gobierno, serán unos 250.000 los españoles que se sitúan en alguna de estas situaciones.
Simplificando, lo que busca esta medida es que una persona que cobra 22.001 euros anuales pague el mismo IRPF que otra que cobra 34.000 euros. Según explican desde Hacienda, un contribuyente tendría que pagar más de 2.300 euros si cobra 22.0001 euros al año. Mientras que un trabajador que cobrara 100 euros menos a lo largo de los 365 días solo tendría que pagar 1.184 euros, lo cual supone una gran diferencia, de hasta 1.177,22 euros.
Desde el Ministerio de Hacienda señalan que este plus se irá reduciendo conforme el salario se acerque a los 35.200 euros para solucionar una posible injusticia fiscal que provocaría una ola de estrategias fiscales para evadir la cantidad extra a pagar. Eso sí, el ajuste podrá ser exigido por la Agencia Tributaria a la hora de hacer la declaración de la Renta en 2024, cuando los contribuyentes beneficiados por la medida tendrán que devolver esas cuantías cobradas de más.
El Ministerio insiste en que la medida no es una rebaja fiscal para no desmarcarse de su discurso de bajar impuestos a los más vulnerables: “En ningún caso estamos ante una rebaja fiscal mayor de la que se anunció en su momento, el cambio propuesto persigue evitar los errores de salto que se producen en un tramo específico y para situaciones familiares concretas”.
De este modo, con ese plus de 1.000 euros se permitirá que para un salario de 22.001 euros la carga fiscal quede en 1.186,57, en vez de en los más de 2.300 que tendrían que pagarse sin este ajuste.