Perder el trabajo es siempre motivo de angustia, pero perderlo cuando ya has cumplido los 50 años te puede conducir a un largo periodo de incertidumbre y, en el peor de los casos, a una vejez de pobreza. En ese sentido, España es uno de los países europeos que menos oportunidades laborales dan a los senior. La mitad de los nuevos parados está en la franja de entre los 55 y los 69 años. Sin embargo, esta situación ha empezado a revertirse a partir de la pandemia y las empresas cada vez apuestan más por los perfiles sénior. Del primer trimestre de este año al segundo, el desempleo en mayores de 55 ha descendido del 12,2% al 11,7%.
A pesar de que las personas que peinan canas se están reincorporando al mercado laboral, España evoluciona lentamente a la hora de crear y retener puestos de trabajo para las personas de entre 55 y 70 años, colectivo actualmente formado por más de 8 millones de personas, de los que cerca de la mitad son población activa. La tasa de empleo sénior de España es del 41%, diez puntos por debajo de la media europea (60%), siendo especialmente baja en el grupo de 55 a 59 años (64%).
La causa de este fenómeno se debe a la población tan envejecida que tenemos. “En 20 años el colectivo más amplio será el de los senior”, explica Sergi Ramo, CEO de groWZ Consultants a 'Confidencial Digital'. La edad se ha convertido ya en la primera causa de discriminación laboral, por delante del género, sumando un total del 25% de los casos totales de desigualdad laboral. "Hay empresas que consideran que no es muy sexy incorporar a personas mayores y y apostar por la diversidad generacional”, lamenta Ramo.
Sin embargo, la inversión de la pirámide demográfica obligará a las empresas a contar con trabajadores senior. Esta es una realidad que ha de afrontar cuanto antes el mercado laboral, sobre todo teniendo en cuenta que se estima que en el año 2030 habrá más de 8 millones de trabajadores con más de 55 años. Los recelos hacia esta franja de edad provienen de la falsa creencia de que estos trabajadores están rezagados tecnológicamente, o son incapaces de adaptarse a las nuevas herramientas digitales, cuando la realidad demuestra que muchos de ellos han demostrado ser igual de capaces que perfiles junior, pese a no ser nativos digitales.
El futuro pasa por que las empresas combinen ambos tipos de perfiles (senior y junior) cuanto antes para que se retroalimenten. “Está demostrado que las empresas que combinan ambos perfiles son más eficientes, da igual el sector”, indica el CEO de GroWZ Consultants. Los perfiles sénior aportan mayor experiencia, una agenda de contactos más amplia o mayor capacidad para liderar proyectos, mientras que los perfiles junior son más hábiles con las herramientas digitales. "El modelo del negocio ideal será un mix", concluye Ramo.