Los ‘business angels’ son una especie de mito en Silicon Valley y, aunque no todo el mundo tenga claro qué son, han sido una figura clave en el auge y formación de muchas compañías, especialmente tecnológicas, algunas de ellas tan importantes como Facebook o Google. Al final no son otra cosa que inversores que financian el desarrollo de las compañías emergentes que necesitan capital. Así, invierten con emprendedores con un objetivo claro, obtener beneficios con los que seguir aumentando su capital.
Con el paso de los años, la figura del ‘business angel’ se ha ido extendiendo mucho más allá de Silicon Valley y este tipo de inversores ha puesto el ojo en las startups. Siempre va a existir un mínimo de riesgo de que el proyecto en el que se va a invertir fracase, aunque con su experiencia suelen hacerlo mayoritariamente en aquellos que saben que les pueden aportar rentabilidad y un aumento de su patrimonio y sus beneficios.
En general, un ‘business angel’ solía ser una persona rica, algo que se ha ido diversificando para que personas que quieran invertir parte de sus ahorros en el banco puedan arriesgar para multiplicar la cifra de su cuenta bancaria.
El perfil de este tipo de inversores suele ser el de hombres, son una amplia mayoría, de entre 40 y 65 años, es decir, con experiencia personal y laboral y que, tras años de carrera, han logrado formar un buen colchón económico a sus espaldas. En esto último entra, posiblemente, por qué hay tan poca presencia de mujeres, ya que es en la actualidad, y no del todo, cuando se ha empezado a romper el techo de cristal y que las mujeres accedan a puestos de mayor relevancia y, por tanto, su situación económica mejore considerablemente.
Existen, incluso, talleres para preparar a los futuros ‘business angels’, como un curso de cuatro horas que imparte Jason Calacanis, un inversor que afirma que logró convertir 100.000 dólares en 100.000.000 dólares al invertir en un inicio en compañías como Uber o Calm. Si echamos la vista atrás, algunos gigantes, como pueden ser Apple o Amazon, iniciaron sus operaciones con el apoyo de ‘business angels’.
El principal punto que motiva a los ‘business angels’ es el beneficio, tanto para ellos mismos como para el propio emprendedor que inicia el proyecto. Y en segundo lugar, porque si no pensasen que les va a aportar beneficios económicos no lo harían, el altruismo y ver como, gracias a su ayuda, han dado forma al proyecto de un emprendedor.