A la hora de hacer una entrevista de trabajo, son muchos los factores que pueden determinar si acabamos siendo seleccionados o no y que van más allá del currículum, de nuestros estudios y de nuestras aptitudes profesionales. Cuando estamos cara a cara con nuestro entrevistador, cualquier detalle cuenta, hasta aquellos de los que, muchas veces, ni siquiera nos percatamos. Y es que para elegir mejor a los candidatos que pasan sus procesos, muchas empresas, sobre todo del sector tecnológico, utilizan pruebas muy sutiles para conocer mejor el comportamiento de sus entrevistados.
Una de estas sutiles pruebas es la llamada ‘test del café’, un test ideado por el director de marketing de Xero Australia, Trent Innes, que utiliza, básicamente, una taza de café para conocer la actitud y la importancia que los entrevistados le dan a los pequeños detalles.
Durante una entrevista de 2019 con el empresario empresario Lambros Photios en el podcast de negocios The Venture, Trent Innes compartió este sencillo truco que utiliza al final de cada entrevista de trabajo y que le ayuda a decantarse por unos u otros candidatos.
Según relató en el podcast, cuando un candidato se presenta a una de estas entrevistas siempre lo lleva a dar un paseo a las cocinas de la empresa, en las que el candidato, de alguna manera u otra, siempre acaba cogiendo una bebida.
Cuando el candidato ya tiene su bebida, la entrevista se retoma, y al final de esta Innes se fija en lo que hacen con la taza. Es decir: si la recogen y la llevan de vuelta a la cocina o si la dejan donde está.
“Puedes desarrollar habilidades, puedes adquirir conocimientos y experiencia, pero realmente todo se reduce a la actitud, y la actitud de la que hablamos mucho es el concepto de 'lava tu taza de café”, explicó Innes.
Con esta prueba tan sencilla, el empresario puede conocer la actitud del candidato, la importancia que le da a los pequeños detalles y hacerse una mejor idea de si encaja o no dentro de la entrevista.
Al aparecer esta prueba implícita al final de la entrevista, puede darse el caso de que el candidato realmente haga una buena intervención pero acabe siendo descartado por no recoger la taza. Y aunque parece simple, Innes no es el único que utiliza este tipo de estrategias. Al contrario, el propio Steve Jobs, el famoso magnate que fundó el imperio Apple, también llevaba a cabo sus propias pruebas psicológicas para conocer mejor a sus candidatos, aunque en este caso no utilizaba una taza, sino que los invitaba a tomar cerveza.
Una vez allí, y aprovechándose del ambiente distendido, el magnate les hacía distintas preguntas para averiguar si encajaban o no en la compañía. ¿La moraleja? En una entrevista de trabajo, no dejes de prestar atención a los detalles.