Encontrar empleo a partir de los 50 años puede ser un reto complicado. Según un estudio de la American Association of Retired Persons (AARP), más del 53% de las personas mayores que buscan trabajo no consiguen avanzar en los procesos de reclutamiento y selección de personal. Muchas veces una candidatura perfecta para un determinado se queda sin opciones simplemente por edadismo. De hecho, más de la mitad de los reclutadores (52%) admite descartar directamente los Curriculum Vitae de los profesionales mayores de 55 años, según el informe 'Tu edad es un tesoro' de Fundación Adecco.
A pesar de que es importante saber que nos vamos a enfrentar a dificultades, nunca debería ser tarde para tratar de reincorporarse al mercado laboral. Los números también dicen que las personas mayores de 45 son ya la fuerza laboral mayoritaria en España. Y el porcentaje se eleva cada año. Eso sí, hay que procurar resultar atractivos para el mercado de trabajo, y para eso tenemos que cuidar nuestra tarjeta de presentación, nuestro CV.
En ese sentido, Cruz Roja y Fundación Mahou San Miguel han lanzado una herramienta sencilla e intuitiva llamada 'Mi Currículum en tres pasos' que "ante todo garantiza un resultado". El 77% de los CV recibidos para una oferta contiene errores de algún tipo y los departamentos de Recursos Humanos tardan una media de 7,4 segundos en revisar uno antes de decidir si lo descarta o lo selecciona para una entrevista.
Por esas razones es importante "crear una buena carta de presentación laboral obviando lo innecesario y no olvidando ningún aspecto clave", según nos explica Carmen Díaz Pache, responsable estatal de proyectos de empleo para mayores del Plan de Empleo de Cruz Roja. Con ella hablamos sobre cómo encontrar trabajo pasados los 50.
¿Cómo debe ser un CV a partir de los 50 años?
No es muy diferente en relación a otras franjas de edad. Tendría que ser atractivo, diferencial, que capte el interés, concreto, competencial, que refleje una propuesta de valor bien desarrollada y, sobre todo, que nos represente y nos sintámonos cómodos/as para defenderlo.
La ventaja de buscar trabajo a partir de los 50, es que ya tenemos mucho que ofrecer gracias a nuestra trayectoria vital y profesional. Todo ello se traduce en competencias muy interesantes para las empresas y ello debe reflejarse en el CV.
Tres cosas que deba tener sí o sí
En primer lugar, hay que presentar un diseño actual. Es lo primero en lo que va a reparar la persona que lea el CV y un formato obsoleto no va a resultar atractivo, ya que va a transmitir una imagen desactualizada de la persona candidata.
En segundo lugar, es muy importante reflejar las competencias que se poseen orientadas al puesto de trabajo relacionadas con la trayectoria vital y laboral. Actualmente se valora la experiencia, por supuesto, pero lo que buscan las empresas principalmente son personas que tengan las competencias adecuadas.
Además de las competencias técnicas que son las directamente relacionadas con la tarea a desarrollar también son muy valoradas competencias blandas. Estas competencias básicas son aquellas competencias personales y sociales que permiten a la persona desenvolverse correcta y eficientemente en sus ambientes de trabajo (buena comunicación, responsabilidad, resolución de problemas, saber escuchar…).
Como tercera pieza, un pequeño párrafo inicial como propuesta de valor profesional, que contenga la razón de por qué la empresa debería contratarte (qué le vas a aportar), en el encabezamiento de tu CV bajo los datos personales. Tiene que ser breve, pero tiene que resultar atractiva para motivar a la persona a seguir leyendo tu propuesta.
¿Qué tres detalles debe evitar alguien mayor de 50 años al elaborar su CV?
Los formatos actuales son más breves que los utilizados hace unos años, por lo que hay que evitar utilizar formatos obsoletos con información exhaustiva y/o carente de valor.
En segundo lugar, es muy importante después de la trayectoria laboral alcanzada, saber identificar y mostrar los logros alcanzados. Con ello la empresa va a saber identificar lo que vas a poder aportarle de un modo muy realista.
Y, por último, ser demasiado generalista. Hay que ser capaz de concretar competencias, logros, reconocimientos… Si la información provoca dudas o no convencen, puede ser un CV descartado.
¿Cómo se puede justificar en el CV el llevar años sin trabajar?
A pesar de que ese tiempo haya sido voluntario o impuesto, hay que intentar enfocarlo no tanto en el tiempo transcurrido, sino en lo que se ha hecho durante ese tiempo: adquisición de competencias, dedicación a la familia (aprendizajes y competencias adquiridas), estudios, experiencias adquiridas fuera del mercado laboral, voluntariado, red de contactos…
Hay que estar preparados para esa pregunta, que sin duda nos van a hacer, y visibilizar cómo hemos aprovechado el tiempo y cómo de ello se puede beneficiar la empresa.
¿En qué redes sociales deben fomentar su presencia los mayores de 50 para buscar empleo?
En todas las redes existe la oportunidad de conseguir una oportunidad laboral, si bien habría que centrar los esfuerzos principalmente en las profesionales como LinkedIn. No se trata de estar presentes en todas sino que en aquellas que estemos presentes “cuidar el perfil” actualizando, compartiendo, creando contenido… Si alguien se fija en ti puede ser por tus aportaciones actuales y no tanto por referencias anteriores.
En cualquier caso, es importante la imagen que damos en cualquier red social ya que es habitual que los reclutadores busquen a los candidatos en redes antes de citarlos a una posible entrevista con la idea de conocerlos mejor.
El hecho de estar presente en las redes, si bien es una opción personal, en el caso de los mayores de 50 también es una estrategia que interesa. Frente al estereotipo de falta de competencias digitales e interés en las mismas, proyecta una imagen de alguien actualizado y que aporta contenido, y si ese contenido es profesional tendría ya un doble valor.
Tengo 50 años, he enviado mi CV a muchas empresas y nunca me contestan ¿Qué estoy haciendo mal?
Un CV es algo vivo y por eso tenemos que actualizarlo buscando siempre cómo llamar la atención y aportando un valor para la empresa. Hay que cuidar el formato y contenido adaptándolo a la oferta de empleo y empresa, así como, en las autocandidaturas, al puesto y empresa a la que nos dirigimos. Esto es un trabajo laborioso que implica que cada vez que mande un curriculum será en algo diferente al anterior.
Pero aparte del formato (que es importante), hay dos aspectos que no tenemos que olvidar:
1. Encuentro una oferta de empleo realmente atractiva o quisiera trabajar en esa empresa, pero … ¿Cuál es mi posición ante esa oferta de empleo? ¿Cumplo todos los requisitos? ¿Tengo objetivamente las competencias adecuadas y actualizadas para desempeñarlo? ¿Tengo la formación adecuada?... Todo ello hace referencia al autoconocimiento. Si me conozco bien sabré orientar mejor mi búsqueda de empleo.
En ocasiones creemos reflejarnos en una oferta de empleo, pero puede que nuestras competencias estén obsoletas. Aunque también se da el caso contrario, cuando con el paso del tiempo y ante las muchas negativas del mercado de trabajo, acabamos creyendo que ya no las tenemos y ya no optamos a puestos donde podríamos realizar un buen trabajo.
2. Por otra parte, además de conocernos, tenemos que conocer las necesidades del mercado de trabajo. Puede que seamos los mejores en aquel puesto que hemos desempeñado durante años, pero quizá el mercado ahora no tenga esa necesidad o sea un puesto de trabajo que precise ahora de unas competencias digitales que antes no existían o eran requeridas.
¿Tengo que poner mi fecha de nacimiento?
No hay que poner la fecha de nacimiento. A pesar de eso, no nos engañemos, no será difícil situarla a través del CV. Así pues, no se trata de ocultar, sino poner en valor la trayectoria.
¿Tengo que poner foto?
No es estrictamente necesario y quizá, en una situación ideal, no sería conveniente. Sin embargo, en nuestra cultura de reclutamiento existe la costumbre de ponerla y cuando no se pone se ve como algo raro y depende de la persona que recibe los curriculums se puede ver como un motivo de descarte.
Poner la foto ideal en el CV es algo que lleva su tiempo, y como todo, existen recomendaciones para ello que sería conveniente seguir como: tamaño, calidad, ubicación, fondo, encuadre… Recordemos que es nuestra carta de presentación profesional.
En cada oferta que encuentro me piden un montón de requisitos que no cumplo. ¿Debo desistir de postularme?
Apuntan los responsables de los procesos de selección que se deberían cumplir entre el 70/80% de los requisitos de una oferta para ser tomados en consideración. En la mayoría de las ofertas existen unos requisitos mínimos y otros que se indica que son valorados para el puesto ofertado. No es lo misma carecer de unos que de otros.
En cualquier caso, habría que defender la candidatura cuando veamos que la oferta es adecuada para uno/a a pesar de que no cumplamos al 100% los requisitos. Ahora bien, antes hablábamos del autoconocimiento, y aquí es muy importante para saber discernir si cumplo objetivamente, ya que sino puede conllevar una gran frustración en hecho de no obtener respuesta para algo en lo que creo encajo perfectamente.