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¿Aún sigues haciendo tu Curriculum Vitae como si fuera una exhaustiva lista de posiciones, años y empresas que seguramente nadie conoce? ¿De verdad sigues poniendo "datos de interés" como que te gusta el fútbol, viajar y entiendes de ofimática? ¿Y sigues mandando a diestro y siniestro el mismo documento sin cambiarle una coma? Entonces no es de extrañar que no hayas recibido respuesta. Si ya es más difícil encontrar empleo a partir de los 50 -más de la mitad de los reclutadores descarta directamente a los mayores de 55, según un estudio de Fundación Adecco-, la empresa se complica si nuestra tarjeta de presentación está desfasada.
Según los datos de Asempleo de 2021, en España se tardan 11,6 meses de media en encontrar trabajo. Pero es posible reducir ese plazo de tiempo si utilizamos un CV adaptado a los tiempos, que obvie lo innecesario y no olvide ningún aspecto clave. "Vivimos en un mundo donde lo digital ha ganado mucho peso. También en cuanto a la lógica o lo valorable en un proceso de reclutamiento", explica Enrique Baleriola, profesor lector de Psicología social del trabajo y las organizaciones de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
El CV sigue siendo importante, pero debe ser complementado con elementos multimedia que ayuden a destacar respecto al resto. Hoy lo visual, el formato, otros modos de presentación como el video-currículo o la identidad digital tienen más peso a la hora de elegir candidato. Un formato obsoleto va a transmitir una imagen desactualizada. Por eso, además de breve y preciso, es importante que incluya enlaces a un portafolios online con las mejores muestras de nuestro trabajo, o códigos QR que incluyan información complementaria que amplíen la presentación inicial.
También es esencial, según nos explicaba Carmen Díaz Pache, responsable estatal de proyectos de empleo para mayores del Plan de Empleo de Cruz Roja, que el CV sea "diferencial, que capte el interés, concreto, competencial, que refleje una propuesta de valor bien desarrollada y, sobre todo, que nos represente y nos sintámonos cómodos/as para defenderlo".
"Es muy importante reflejar las competencias que se poseen orientadas al puesto de trabajo relacionadas con la trayectoria vital y laboral. Actualmente se valora la experiencia, por supuesto, pero lo que buscan las empresas principalmente son personas que tengan las competencias adecuadas", añade la experta.
No debemos olvidar que cada búsqueda de trabajo es única, por lo que es clave adaptar las estrategias a las circunstancias individuales, al sector laboral y a sus formas de trabajo. Sin embargo, hay una serie de claves que pueden adaptarse a cualquier circunstancia.
Hoy el 52% de los candidatos consigue un nuevo puesto de trabajo gracias a la red de contactos, por lo que está claro que el networking puede ser la llave que te abra la puerta de un nuevo empleo. En el fondo se trata de una actualización de la recomendación de toda la vida. Al final siempre se confía más en una persona que llega con buenas credenciales. Según apunta Baleriola,en la actualidad se valora más el "saber hacer" (porque lo hemos visto de esa otra persona o porque nos lo han contado) que el conocer. "Por eso es importante ampliar la red de contactos, participar en eventos de networking y conferencias o formaciones del sector, o utilizar plataformas profesionales como LinkedIn para conectar con profesionales de la misma industria", añade.
No es un error incluir aficiones en el CV pero siempre que tengan que ver con el puesto de trabajo o aporten algún valor. "Aquello que escapa de los conocimientos técnicos, como son las experiencias o los aprendizajes más afectivos, muy relacionados con las habilidades blandas (trabajo en equipo, liderazgo, comunicación, inteligencia emocional…)", indica el profesor de la UOC. En ese sentido, los voluntariados o las estancias internacionales son cada vez más valoradas, ya que "pueden demostrar habilidades transferibles como el liderazgo, la empatía o la adaptabilidad".
Utilizar el mismo currículum para todas las ofertas de empleo es cosa del pasado. Hoy es necesario adaptarlo -y también la carta de presentación- a cada trabajo al que uno se postule, destacando habilidades y experiencias relevantes para ese puesto y para esa empresa. Los expertos recomiendan destacar palabras clave relacionadas con el puesto al que se aspira, ya que cada vez más empresas utilizan la inteligencia artificial (IA) para cribar currículos.
Según un estudio de Forbes, el 75% de los departamentos de Recursos Humanos buscan en Google a los postulantes a una plaza vacante. Por eso es importante que nuestra huella digital esté en consonancia con lo que se quiere mostrar a la empresa. "La coherencia entre el mundo en línea y fuera de línea es clave para generar confianza. De nada sirve tener todas las habilidades y conocimientos si en nuestras redes sociales públicas y abiertas damos una imagen que va en contra de los valores de esa empresa", puntualiza Baleriola.
Encontrar trabajo ya es un trabajo en sí mismo. Es decir, requiere dedicación, esfuerzo y tiempo. Pero también persistencia y paciencia para encontrar la oportunidad adecuada, que la mayoría de las veces no es la primera que se presenta. "La búsqueda de trabajo es un desafío, y seguramente tendrá altibajos donde se mezclarán entrevistas con rechazos o silencios en las candidaturas", recuerda el profesor de la UOC. Por ello es vital aprender "de cada proceso, de cada entrevista y de cada error que cometamos en la preparación del CV".