En Alemania la marihuana estará permitida con fines recreativos a partir del 1 de abril. Y su legalización medicinal es una realidad desde 2017. Así que su consumo dejará de ser perseguido por la policía, lo que se espera que atraiga a muchos aficionados casuales. Por eso en tierras germanas la profesión del momento es la de sumiller de cannabis, una labor consistente en probar distintos tipos de cepas para valorar la sustancia vegetal en cuanto al aroma, apariencia y efecto y aconsejar sobre su consumo responsable.
Por supuesto, no estamos hablando de tipos desaliñados que viven en una permanente nube tóxica y tienen el aspecto del 'Nota' de los hermanos Coen, sino de científicos con conocimientos muy específicos y experiencia en los campos del cultivo, efectos y variedades de marihuana, según informa 'ABC'.
Su trabajo va más allá de sugerir la variedad más adecuada dependiendo de la preferencia del consumidor, también tiene que ser capaz de evaluar y describir sabores, aromas, efectos y calidad general de cualquier cepa de cannabis. Una ardua labor teniendo en cuenta que los matices en olor y sabor de los terpenos en ocasiones son complicados de detectar. Pero no existen estudios específicos de sumiller de cannabis, aunque algunas escuelas profesionales y empresas privadas ofrecen cursos y certificaciones que proporcionan las habilidades y conocimientos necesarios.
Uno de estos expertos es Tim Dresemann, licenciado en Ciencias Agrícolas y apasionado de la botánica. Presta sus servicios en Sanity Group, empresa que se dedicaba hasta ahora al cannabis de uso médico. “Cuando era pequeño me gustaba tener plantas y hacer experimentos, por ejemplo, hacer crecer una sandía a partir de una semilla de sandía que se comía en casa y cosas así. Luego, con 15 o 16 años, tuve alguna planta de cannabis. Pero entonces el consumo no me interesaba”, relata en declaraciones recogidas por 'Ciudad Cannabis'.
Más tarde tomaría la decisión de trabajar en el sector del cannabis. “Me decidí a orientar todos los cursos que daba en la universidad al cultivo del cannabis. Por ejemplo, elegí nutrición vegetal, cómo hacer invernaderos o estudios de suelos, porque, en mi opinión, la salud de la planta empieza en las raíce", explicaba.
Desde entonces se ha convertido en todo un experto en todo tipo de cepas. "Las hay con un efecto tranquilizador. Otras tienen un efecto activador para la persona que la toma, y le ayuda, por ejemplo, a trabajar si tiene que hacerlo con dolor¨, explica Dresemann. “Otro factor a considerar para el catálogo es el aroma. Porque no se quiere todas las variantes tengan un sabor a cítrico o a flores. Hay diferentes aromas a considerar”, apunta.
En el seno de Sanity se encarga de viajar por todo el mundo en busca de productores que abastezcan de cannabis a la empresa para sus formulaciones medicinales. Sobre si la inminente legalización recreativa permitirá que el concepto de clubes de cannabis logre desplazar al mercado negro, Dresemann se muestra escéptico. Y advierte que el cannabis de alta calidad no se produce de forma doméstica porque "es una tarea que requiere mucho tiempo y conocimientos botánicos previos".
El sumiller también tiene claro que su profesión es de vital importancia para guiar a los nuevos consumidores: "El subidón es el mismo tanto si bebes vino como si bebes cerveza. Las cosas son diferentes con el cannabis. El espectro de diferentes efectos varía mucho dependiendo de la cepa y la personalidad del usuario. El efecto puede variar desde calmante o incluso sedante hasta energizante o incluso agitador".