Si estás familiarizado con las plataformas de empleo como Linkedin o Indeed es posible que al postularte a alguna oferta de trabajo te hayas percatado de que venía con la etiqueta de 'Publicado hace más de 30 días'. Pues bien, en vez de alegrarte por haber llegado a tiempo antes de que se cerrase el plazo de inscripción, deberías sospechar que casi con toda probabilidad sea una oferta fantasma que nunca responderá a tu solicitud. Y no son pocas. Entre el 33% y el 50% de las ofertas son humo, según datos de la consultoría laboral inglesa StandOut CV.
Por mucho que la gente crea que las empresas están contratando activamente para los puestos, la verdad es algo más complicada. Algunas de estas ofertas son simplemente anuncios de puestos de trabajo que ya se han cubierto y que alguien olvidó eliminar de las webs, pero otros nunca estuvieron destinados a cubrirse. Una investigación de la consultora Resume Genius asegura que solo en EE.UU han encontrado 1,7 millones de ofertas con más de 30 días de antigüedad que podrían ser ofertas fantasma. Más datos: una media del 50% de las ofertas publicadas en 2023 en EEUU nunca terminaron contratando a ningún solicitante, según un estudio de la consultora Revelio Labs y Bloomberg.
Uno de los principales motivos para tener una vacante abierta es el de mantener una bolsa constante de posibles candidatos para un puesto de alta rotación, o en previsión de que ese puesto se quede vacante algún día. Pero en ese momento no existe la intención de contratar a nadie. También está el propósito de recopilar currículums en masa sin tener una función clara que desempeñar, sencillamente con la misma intención que cuando se recolectaban en las ferias de empleo.
Clarify Capital, proveedor de préstamos comerciales con sede en Nueva York, hizo un estudio que concluyó que casi siete de cada 10 puestos de trabajo permanecen abiertos durante más de 30 días. El 10% están vacantes durante más de medio año. El motivo que daban los encuestados es que mantienen esas ofertas indefinidamente es para dar una apariencia de empresa en expansión de cara a clientes o inversores. De hecho, Elliot Garlock, fundador de Stella Talent Partners, admitía en The Wall Street Journal que a veces las empresas no borraban las ofertas de vacantes ya completas para no dar señales de ralentización económica.
Pero además, el 34% de los responsables de recursos humanos confesaba que manteniendo estas vacantes abiertas, aunque sin intención de cubrirlas, mantenía la motivación de unas plantillas a las que cada vez se les exigía más trabajo con menos personal. Así, ante cualquier reclamación interna, la empresa podía mostrar la oferta de empleo alegando que estaban buscando más personal para refuerzo.
En cualquier caso, los expertos advierten de que no todos los puestos que parecen trabajos fantasma lo son. La falta de recursos para la contratación y un gran volumen de solicitantes pueden significar que el proceso avance lentamente y, en consecuencia, los reclutadores no puedan responder a todas las solicitudes. Pero sean ofertas fantasma o no, el resultado es el mismo: solicitantes de empleo desanimados y agotados. Y esto podría causar el efecto contrario: Si un empleado potencial se siente rechazado por una empresa de la que nunca recibió respuesta, es posible que no vuelva a postularse para futuras oportunidades en esa compañía. Irónicamente, las empresas que publican trabajos fantasma podrían acabar siendo descartadas por los empleados.