"Conectamos con el centro de pantallas de la DGT: Anselmo Mancebo, ¿cómo está el tráfico ahora mismo en nuestras carreteras?". Si te suena esta coletilla, que lo habrás oído mil veces en la radio mientras conducías, entonces sabes perfectamente quién es Anselmo Mancebo. Básicamente, la voz de nuestros atascos durante más de 20 años, y Premio Antena de Oro en 2016.
Sin embargo, desde 2017 la voz de Mancebo ya no nos acompaña en el coche. La DGT rescindió el contrato de la empresa que prestaba aquellos servicios y él se quedó sin trabajo, sin indemnización y sin paro. Tenía 57 años.
¿Podemos decir que hay 'vida más allá' de un despido a los 50?
Sin duda, no quiero verlo todo negro. Lo que le digo a la gente que le pasa esto es que no se queden en casa, que no es problema de ellos, que nadie les haga sentir inútiles. Que se muevan, que se pueden hacer muchas cosas. Lo bueno empieza a los 50 si lo sabes enfocar, si no, puede ser un horror.
Si te metes en tu propio caldo, te hundes, porque tu autoestima se viene abajo. Hay que abrirse, no quedarse parado. Es muy duro, pero se puede.
¿Cómo fue su proceso particular de reinvención?
Ya es la segunda vez que me ha pasado. Primero estuve trabajando para el Ayuntamiento de Madrid, donde también estábamos con una contrata y nos echaron. Aquello fue con 40 y tantos años. Entonces decido hacer una oposición de auxiliar administrativo en la Comunidad de Madrid, por aquello de tener más estabilidad, pero justo después nos llamaron de la DGT y empecé allí.
La salida de la DGT fue difícil, porque hubo juicios con ellos, así que me encontré con 59 años, sin paro y sin indemnización. Fue muy difícil. Si con 50 años ya lo llevas mal, con 59 imagínate.
¿Y qué hizo para volver al mercado laboral?
Contacté con el proyecto Cincuentopía y pude salir hacia adelante. Me ofrecí a darles un curso de radio para mayores y eso me hizo sentir que no estaba solo. A raíz de aquello salió lo que hago ahora, que colaboro con Radio 5 y Radio Exterior. No es económicamente muy boyante, pero vamos haciendo cosas.
Lo del emprendimiento queda muy bonito, pero luego eso de que te montas tu empresa es muy complicado, porque el mercado está como está y conseguir financiación es muy difícil, hay que tener mucha moral.
¿Cuáles son las principales trabas con las que se encontró?
El edadismo. Te dicen "tienes no sé cuántos años y ya está". Lo que más me fastidia es que detrás hay una idea errónea de "tú ya no te vas a adaptar a las nuevas tecnologías", y yo siempre digo que es mentira, que me he comido todos los cambios de tecnología de los últimos 30 años. El Mac para diseñar, la web, las redes sociales, y aquí estamos ahora, haciendo podcasts con las últimas herramientas disponibles.
Eso es una barbaridad. Puede que yo, con 59, no tenga el mismo entusiasmo que un chico de 20, pero la experiencia que va detrás lo suple con ganas. El problema es más un tema económico: salimos más caros, supuestamente, y eso echa mucho para atrás a los posibles contratadores.
El edadismo, uno de los términos más temidos...
Claro, tanto para un lado como para otro: si cuando tienes 20 años no te contratan por no tener experiencia y ahora, con 59, resulta que tengo demasiada, ¿en qué quedamos? ¿Dónde está el momento bueno, entre los 30 y los 40? Es terrible.
Pero usted encontró su hueco
Sí, pero estoy ganando una cuarta parte de lo que ganaba hace dos años y teniendo que pagar autónomos. Lo de lo del emprendimiento queda muy bonito, pero luego la realidad es más diferente. Animo a la gente que está en la situación en la que estuve a que aguante lo que puedan, pero los empresarios se tienen que poner las pilas, porque luego vienen con el discurso de que no se pueden mantener las pensiones.
¿Cree que a los mayores de 50 se les maltrata en la sociedad?
Se nos maltrata haciéndonos el vacío, llamándonos cincuentones de manera despectiva, porque ahora estamos estupendos con esa edad. Se nos ignora. Está muy de moda la juventud, los niños, diversos colectivos, pero los de 50 estamos soportando el país y nadie nos hace caso. Alguien tendría que pensar un poco el tema. Imagínate que nos organizamos para decidir quién gobierna el país.
No hay hueco para este problema en el discurso político
Y es un grave error. Si te quedas a los 50 sin trabajo, ¿qué haces hasta los 65, que es la edad de jubilación? Desde el punto de vista económico y personal es una desgracia, pero desde el punto de vista del Estado es un error no tratarlo como se merece. Dejar a la gente de 50 años fuera del mercado laboral es una ceguera empresarial tremenda y una burrada desde el punto de vista de la administración.
¿Hay que empoderar a la generación babyboomer
Claro, tiene que haber una especie de puente entre la administración y las empresas. Estamos en un momento de la vida en la que puede ser interesante contemplar otras maneras de trabajo. Hay muchas posibilidades para no quitarle trabajo a otra gente. Lo que no se puede es poner un curso en el INEM de turno o dar unas ayudas a los mayores, porque eso no sirve para nada. Hay que tener una visión de Estado más larga, porque dentro de 20 años este tema va a ser más agudo. ¿Quién va a pagar la Seguridad Social en 20 años? Habrá que hacer algo, a parte de discutir el reparto de sillones.
Pregunta obligada: con tantos atascos que le tocó contar, ¿sintió que su carrera profesional se atascó en algún momento?
Claro que sí, cuando nos echaron del Ayuntamiento de Madrid me encontré con qué hacer. Ya era más o menos conocido y me tuve que plantear qué hacía, porque estaba harto de las condiciones y me sentí varias veces perdido. Los periodistas somos muy vocacionales, pero las facturas hay que pagarlas.
Dicen que un atasco es el lugar donde podría empezar una guerra. ¿Con la edad nos tomamos mejor los atascos?
El atasco es un paradigma de nuestra sociedad: hemos desarrollado una industria para ir tan deprisa pero somo tantos que vamos más despacio, y esto convendría pensarlo como sociedad. Hay un cambio a mal, la gente está más violenta.