La crisis del coronavirus está produciendo un cambio de paradigma social, acelerando transformaciones que se hubieran producido de manera natural en una o dos décadas. Uppers ha hablado con analistas y expertos sobre este futuro adelantado que ya puede apreciarse en cinco áreas: la formación, el consumo, la medicina, la cultura y el trabajo.
El teletrabajo era una aspiración clara entre la mayoría de los trabajadores. Facilita la conciliación y evita los principales engorros del trabajo presencial. Sin embargo, la realidad es que apenas un 5% de los trabajadores españoles, según datos de Eurostat, disfrutaban de él. Hasta que llegó el coronavirus. Antes de ese momento, sin embargo, había indicios de crecimiento. "Esta crisis, frente a la de 2008 y debido al confinamiento, ha obligado a empresas y personas trabajadoras a forzar el trabajo a domicilio en su versión del teletrabajo", explica Javier Blasco, director del Adecco Group Institute
Para este directivo, la crisis del Coronavirus ha impulsado un cambio en la organización del trabajo. "Nos ha hecho avanzar desde el punto de vista cuantitativo, ya que las cifras de teletrabajadores de hecho se pueden haber multiplicado por cuatro o cinco. También se ha avanzado en el sentido de que, sobre todo en la empresa privada, se han tenido que improvisar e implementar sistemas de conexión, suministro de equipos, y mecanismos de ciberseguridad que en otras circunstancias probablemente se hubieran ralentizado. El resto de variables probablemente no tengan una lectura tan positiva y por eso exigen una reflexión", explica.
Un reciente estudio de Adecco atribuye al teletrabajo un porcentaje del 7,9% del total de ocupados en el cuarto trimestre de 2019, un máximo histórico que supone un aumento interanual de cuatro décimas respecto al año anterior.
La proporción de personas que trabajaron desde su hogar creció en el último trimestre del pasado año en una docena de autonomías, señala el estudio. Los incrementos más marcados se registraron en Baleares y Cataluña, que alcanzaron el 9,1% y el 9,3% de teletrabajadores, respectivamente.
El teletrabajo sólo retrocedió en Madrid, con un 0,3% menos que en el último trimestre de 2018, alcanzando el 8% del volumen total de trabajadores. Asturias comparte con el País Vasco la antepenúltima posición del ranking de Adecco, con un 6,8%, y con un incremento interanual de dos décimas. Por debajo sólo se encuentra Canarias, con un 6%, mismo porcentaje que en el último trimestre de 2018.
Según datos del INE, la crisis del coronavirus ha acelerado la implantación del teletrabajo. En abril de 2020 alrededor de un 8,3% de los ocupados en España realizan teletrabajo, ya sea de forma ocasional o más de la mitad de los días que trabajó. Es decir 0,4 puntos más que el último dato registrado (último trimestre de 2019) y más de 3 puntos respecto a 2006, cuando solo el 5,2% de los trabajadores realizaban estas prácticas.
Por edad, el INE también señala que el grupo que más realiza teletrabajo es el de ocupados entre 55 y más años, con un 9,9%. Con un 9% les siguen los empleados entre 45-54 años y los de 35-44 años. El grupo de trabajadores menos numeroso es el de los jóvenes de 16 a 24 años, con un 2,1%.
Aún con diferencias porcentuales, la estadística muestra que todos los grupos de edad están teletrabajando, como explica Javier Blasco: "depende de los sectores. Si bien es cierto que en los sectores tecnológico, contact-center y de marketing digital la población mayoritaria se encuentra entre los 18 y los 35 años, los trabajadores de oficina y el colectivo de funcionarios en una sociedad envejecida como la española compensan esa distribución por edades. Por eso podemos decir que todas las franjas de edad lo están utilizando en estas semanas".
Según un informe de Randstad, 4.405.320 personas disponen de la opción de teletrabajo en España. Esta cifra supone el 22,3% del total de población ocupada, que en 2019 fue de 19.779.300 personas. Sin embargo, no todas las ocupaciones son igual de adecuadas para la modalidad telemática. El porcentaje varía enormemente según el tipo de ocupación. "Sí, en la empresa privada los sectores vinculados a la tecnología, al marketing digital, contact-centers, y personal de oficinas con carácter general lo han tenido relativamente fácil. También el sector de la formación, tanto pública como privada. En las grandes empresas ya teníamos implementados planes de teletrabajo, aunque mayoritariamente a tiempo parcial", afirma el directivo.
¿El escenario es el mismo en las Administraciones Públicas? "La situación es distinta, ya que, si bien es cierto que varias Comunidades Autónomas tenían normas ya veteranas sobre teletrabajo, en la práctica la implementación ha dependido mucho de que existiera aprovisionamiento de equipos informáticos al personal funcionario, y eso no ha permitido el desarrollo deseado. En los próximos meses veremos si el desconfinamiento no se lleva por delante esta experiencia del teletrabajo", advierte Javier Blasco.
Según el informe de Randstad, del total de profesionales que disponen de la opción de teletrabajo en España, el 49,8% corresponde a técnicos y profesionales científicos e intelectuales (2.194.300), seguidos a casi 30 puntos de distancia por contables, administrativos y otros empleados de oficina, que suman el 20% del total de profesionales que pueden optar a esta modalidad de trabajo.
Siguiendo el mismo informe, las comunidades autónomas que cuentan con mayor número de trabajadores con opción a teletrabajo son la Comunidad de Madrid, con el 28% del total de trabajadores de toda España con opción a teletrabajar, seguida de Cataluña (25,1%), País Vasco (24,5%), Navarra (23%) y Asturias (22,4%).
Según un informe reciente de la consultora AxiCom, ocho de cada diez teletrabajadores afirman sentirse a gusto trabajando desde casa, cifra que aumenta a más del 90% en el caso de los que tienen hijos. Lo que más gusta de teletrabajar es evitar los desplazamientos (86%), aprovechar más el tiempo (63%) y madrugar menos (51%). La conciliación familiar y laboral (44%), poder comer comida casera (31%) y disfrutar de más tiempo libre (19%) son otros de los aspectos que más les gusta a los empleados de trabajar desde casa. Además, curiosamente un 6% de los encuestados confiesan que valoran mucho la posibilidad de poder recibir pedidos online cómodamente en su propio hogar.
El orden de prioridades cambia sustancialmente en el caso de las familias con hijos. Evitar los desplazamientos sigue siendo lo más valorado por los encuestados (89%), pero la conciliación sube a segunda posición (71%), seguido por el aprovechamiento del tiempo (67%). De esta forma, el 93% de los empleados asegura que les gustaría mantener la posibilidad de teletrabajar pasada esta situación -casi el 100% en el caso de los padres- mientras que el 7% prefiere continuar acudiendo a la oficina una vez la situación se normalice.
Sin embargo, no todo gusta en el teletrabajo a tiempo completo. En este sentido, los encuestados señalan que echan de menos socializar y el ambiente de oficina (63%), la falta de desconexión mental (61%) y la dificultad para finalizar la jornada laboral (57%). También destaca la carencia o mínima adecuación del espacio de trabajo y del material (46%), el aumento de las llamadas y videollamadas (34%), la dificultad para concentrarse (20%) y mayor gasto de luz y gas durante esta situación (20%). Como curiosidad, uno de cada tres empleados teletrabajan en pijama.
La fotografía del teletrabajo en España durante la pandemia muestra una tendencia a implantarse de manera masiva. ¿Qué puede ocurrir en la Nueva Normalidad? "Nuestras previsiones desde el Adecco Group Institute es que el colectivo de teletrabajadores supere los cuatro millones, e irá en ascenso, ya que una vez asentadas las medidas de mejora (sistemas de productividad, aspectos ergonómicos y de salud laboral, modelos de gestión de equipos, comunicación y soporte para el desarrollo de las personas, ciberseguridad, ubicación e instalaciones de teletrabajo, etc.) se pondrán más en valor las enormes ventajas del teletrabajo para empleadores y personas trabajadoras", concluye Blasco, para quien "la crisis del Covid-19 nos llevará a una profunda revisión del modelo actual para que sea sostenible y que todos sigamos viendo el teletrabajo como un mecanismo de flexibilidad laboral que beneficia a todas las partes".