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Casi la mitad de los mayores de 55 no trabajan: el plan del Gobierno para cambiar la situación

  • De los 7.000.000 de personas entre 55 y 65 años que viven en España, sólo algo más de la mitad, 3.582.000, están ocupados.

  • El Plan para la Activación del Empleo prevé subvenciones para la formación, los itinerarios personalizados y las ayudas al autoempleo.

  • En 2033 la fuerza laboral mayoritaria estará entre los 55 y los 60 años.

Si tienes más de 50 años y un curro precario puede que ahora tengas posibilidades de mejorarlo. El Gobierno se ha propuesto emplear más y mejor a los colectivos más golpeados por el desempleo, y los mayores de 50 son uno de ellos. Te contamos cual es el plan.

El gran despilfarro

De los 7.000.000 de personas entre 55 y 65 años que viven en España, sólo algo más de la mitad, 3.582.000, están ocupados según la última Encuesta de Población Activa del INE. En esa franja de edad hay casi 3.000.000 de personas entre inactivos (2.334.000) y parados (547.000). En palabras de Francisco Mesonero, presente de la Fundación Adecco, "se trata de un despilfarro que no nos podemos permitir, debilita a las empresas, lastra las cuentas del Estado, y lo que es peor, condena a millones de personas a la pobreza presente y futura".

En Europa los mayores trabajan más

Según la OCDE, en España abandonamos el mercado laboral a los 62,1 años. Esto no quiere decir que nos jubilemos a esa edad (la edad real de jubilación está en los 64,6 años), pero muchos dejan de trabajar, y no cobran pensión, no están formalmente jubilados, pero ya no trabajan. En 2018 la edad real de abandono laboral en España se situaba por detrás de países como Portugal (donde era a los 68,5 años), de Irlanda (65,6 años) o Alemania (a los 64 años). La media de la OCDE está en los 65,4 años.

Estamos a la cola en la tasa de empleo entre los 55 y los 64 años, sólo el 51% de los comprendidos en esas edades está empleada. Muy por debajo de la media de la OCDE y también de la UE.

También trabajamos menos que nuestros vecinos. La media de años trabajados en España es de 34,8, por debajo de países como Alemania, que tiene una media de vida laboral de 39,1 años; Dinamarca, con 40 años; o Portugal con 37,6 años de media.

La frontera de los 65

Y tampoco prolongamos nuestra vida laboral más allá de los 65. El porcentaje de españoles que sigue trabajando después de los 65 años es cinco veces inferior al del resto de la OCDE. Nuestra tasa de actividad tras los 65 llega apenas el 2,88% cuando la media de los países desarrollados es del 15,46%. En Japón trabaja el 26% de los mayores de 65; en Estados Unidos o en Suecia, en Gran Bretaña, Finlandia o Portugal, sobre el 11%; torno al 20%; en Alemania, el 8%, en Italia el 5%; y en Francia, cerca del 4%. La media en los países de la Unión Europea es del 6%.

Un informe de la OCDE asegura que si las tasas de empleo de los trabajadores mayores en todas las regiones alcanzaran el nivel de Islandia y Nueva Zelanda, 30%, aumentaría un 19% el PIB per cápita en 2050.

El Plan del Gobierno

Para acercarnos a los países más desarrollados en la materia, el Gobierno acaba de aprobar un Real Decreto que establece una serie de medidas que favorecen la participación prioritaria de los mayores de 45 años en diversos programas de políticas activas de empleo. Los mayores de 45, y en particular los parados de larga duración tendrán acceso preferente a las subvenciones públicas que incentiven tanto su contratación como el emprendimiento de una actividad por cuenta propia.

Los ejes esenciales

  • Orientación. Se establecerán itinerarios de inserción personalizados de orientación profesional para el empleo o el autoempleo. Una de medidas es establecer acuerdos con las empresas para realizar una formación acorde a sus necesidades. La empresa consigue trabajadores cualificados en función de sus necesidades, y recibe bonificaciones por la contratación.
  • Formación. Las empresas que lo soliciten podrán formar y actualizar las competencias de sus empleados y recibirán subvenciones para esa formación. Se pondrán en marcha programas públicos mixtos de empleo-formación donde las personas participantes firmarán un contrato de trabajo con la entidad beneficiaria del programa u otras entidades que participen en él.
  • Oportunidades de empleo. Se trata de un programa de inserción laboral a través de obras o servicios de interés general y social. las administraciones y entidades que realicen estas obras o servicios recibirán importantes subvenciones por la contratación de mayores de 45.
  • Programa para evitar la discriminación por razón de edad. Dirigido específicamente a mayores de 45 años y desempleados de larga duración. Entre otras medidas, ofrece una subvención de 7.000 euros (7.500 para las mujeres), a las empresas que hagan un contrato indefinido a parados de larga duración.
  • Emprendimiento. Por último se quiere favorecer la creación de trabajo autónomo y el emprendimiento. Se establecen subvenciones para el establecimiento como persona trabajadora autónoma o por cuenta propia. Su cuantía será de hasta 7.500 euros, en función de las dificultades de inserción que establezca el SEPE. También se establecen subvenciones para financiar las inversiones para la creación y puesta en marcha de una empresa. Por ejemplo, si montas una empresa y pides un crédito, te financian hasta 4 puntos del interés que te pida el banco. O una subvención del 75% del coste de los servicios de consultoría si los necesitas, con una cuantía máxima de de 2.000 euros, o una subvención de hasta el 75% de los costes de formación, hasta 2.400 euros.

Planes fallidos

Los millones del Next Generation suponen una oportunidad de avanzar ahora más que otras veces. Planes de activación de empleo como éste ha habido muchos, pero no han funcionado. El último, el Plan Reincorpora-T, gastó 4.000 millones de euros con más pena que gloria.

Quizá el quid de la cuestión esté en nosotros mismos. Para Raquel Roca, autora de “Silver Surfers. El futuro laboral es para los mayores de 40”, lo esencial es "el deseo de exploración. De querer saber siempre más y no tener miedo a reinventarse. Hay que ser un profesional ágil, capaz de aprender a conocerse a sí mismo, de aprender a aprender, a emprender, a innovar, a socializar, y de aprender a regenerarse . Y sin duda… echo mucho en falta la creatividad. Es absolutamente esencial si queremos innovar, pero apenas se nos enseña a recuperar la creatividad dormida", lamenta Raquel.