Pilar, José y Marleni sonríen más de un tiempo a esta parte. Los tres han empezado a trabajar este verano y los tres tienen más de 50 años. Sí, se puede encontrar trabajo pasados los 50. Para los expertos, el 90% es cuestión de actitud, y para José Pérez, que lo ha vivido en sus carnes, "como no te salves tú, no te salva ni el tato".
Pilar Santos se levanta cada mañana a las siete "más feliz que una perdiz". El 1 de julio empezó a trabajar de nuevo, a sus 65 años. "Estoy feliz, yo he trabajado toda mi vida y necesito trabajar, socializar con los compañeros, salir, entrar, estar activa, si no, me vuelvo loca", nos cuenta. En su nuevo empleo vende seguros de hogar por teléfono, está de prueba dos meses con la posibilidad de quedarse, y el sueldo no llega a mileurista, pero desprende la energía de los principiantes. "Hicimos una prueba 18 personas y nos seleccionaron a ocho. Estoy muy contenta, ya he hecho varias pólizas y muchos presupuestos", comenta sin poder contener la alegría. "Espero poder seguir dos o tres años más, no pienso en jubilarme por ahora, tengo muchas ganas de seguir haciendo cosas", explica.
Además de entusiasmo, Pilar tiene experiencia. Fue directora del Área de clientes de una agencia de publicidad, un puesto de responsabilidad donde ganaba un buen sueldo, pero se estaba perdiendo a sus tres hijas, así es que decidió buscar algo que le dejara algo de tiempo por las tardes. Tras una aventura empresarial fallida se encontró fuera del mercado de trabajo y empezó su particular travesía del desempleo.
Tras tocar muchas puertas llegó a la Fundación Adecco donde la ayudaron a reciclarse y a tener una perspectiva optimista, y a la vez realista. "Hay que asumir que lo que hemos hecho anteriormente no lo vamos a volver a hacer, pero podemos hacer muchas otras cosas. Yo jamás habría pensado que iba a trabajar en telemarketing, y sin embargo lo he hecho y me ha ido fenomenal. Si tú tienes una buena actitud y quieres conseguir un trabajo, debes abrirte a nuevos cauces y no darte por vencido nunca, y entonces lo logras", así resume sus recetas de éxito. "Buscar trabajo es algo fantástico de lo que no hay que avergonzarse, al revés, yo creo que todo el mundo debería estar encantado de buscar trabajo y no de recibir subsidios o rentas mínimas. Lo que pasa es que el trabajo no te va a llegar a casa, hay que moverse porque la gente no sabe quién eres ni lo que puedes hacer, y no va a ir nadie a tu casa a buscarte", concluye Pilar.
En Cruz Roja han notado en los últimos meses un aumento de personas mayores de 50 que acuden a pedir ayuda para encontrar trabajo. Carmen Díaz es la responsable del Programa de Empleo + 45. "Las cifras no son tan apabullantes como las de los jóvenes, pero el problema en los mayores de 50 es que suele ser un empleo de muy larga duración y esto desanima mucho, se pierden rutinas, contactos. Cuánto más tiempo pasa entre que se quedan en desempleo y se dan cuenta de que tienen que ponerse el mundo por montera y afrontar los hechos, es peor", explica Carmen.
"Lo primero que hay que decir a una persona en esta situación es que sí se puede. Nuestros ratios de inserción en mayores de 50 años están por encima del 40%. Hay que fortalecer la autoestima, sentirse capaz, porque la sociedad ve a una persona de 50 como gente mayor, y el mercado te cierra muchas puertas. También es esencial que actualice sus competencias adaptándolas a las necesidades del mercado actual. Con el confinamiento mucha gente se ha dado cuenta de que las nuevas tecnologías son imprescindibles, y hay que saber manejarlas. Y también hay que tener apertura de miras, y ver cómo adaptar tu conocimiento y tu experiencia a las necesidades de las empresas. A lo mejor el primer empleo que encuentres no te parece gran cosa, pero es una puerta que no sabes dónde te puede llevar. Lo más importante es mantener una actitud positiva durante el proceso y tomar las riendas de la situación, porque al final eres tú quien va a dar los pasos. No es fácil, pero se puede", afirma Carmen Díaz.
José Pérez ha podido. Con 52 años este sevillano veía muy mal reengancharse al trabajo. Obrero de la construcción, la última crisis le dejó fuera de juego. Sus sobrinos le hablaron de la asociación Don Bosco, del barrio de la Plata de Sevilla, donde le podían ayudar, y para allá que se fue. "Yo me dije 'José, como no te salves tú, no te salva ni el tato. Así es que ponte las pilas porque te estás viniendo abajo, y no te puedes caer', y fui a la asociación donde hice un curso de reciclaje de materiales".
Después de mandar un montón de currículum, le llamaron. El 1 de julio empezó su nuevo trabajo en Aborgase, una empresa de reciclado de residuos que colabora con el programa Incorpora de la Fundación La Caixa. "Yo no me lo creía, con 52 años quién me iba a llamar, pero mira, me han llamado y aquí estoy", se felicita José. Este programa pone en contacto a las empresas con entidades que trabajan en la inserción laboral de personas con dificultades de encontrar trabajo. Rosa Gil es una de las técnicas del proyecto, y cree que "un 90% del éxito está en la actitud, en estar convencido de que lo vas a lograr, y prepararte para ello. También es muy importante llegar a la entrevista. Es muy difícil plasmar en un curriculum vitae las competencias adquiridas con la experiencia, que no tienen titulación, como la lealtad, el saber salir de situaciones comprometidas, la prudencia, el compromiso, o el deseo que tienes de trabajar, y eso se puede dejar ver en la entrevista. Allí puedes demostrar que eres competente para el puesto", explica Rosa.
El contrato de José también es temporal, pero en la empresa sus compañeros le dicen que hay posibilidades de que siga, si funciona bien. Ahora José es otra persona, "me encanta mi trabajo, ahora estoy arriba otra vez. Si me dicen hace un año que iba a estar trabajando en esto, me echo a reír. Ahora tengo la tranquilidad de que me llama alguien, de que no me quedo en la cuneta. Ojalá me dure mucho porque yo quiero seguir trabajando hasta que las fuerzas me acompañen. Una persona sin hacer 'na to er día ni es persona ni es na", sentencia con su marcado acento andaluz.
Marleni también tiene acento, pero de Colombia. Ha cumplido 54 años y vino a España hace 20. Nunca le faltó trabajo, pero la vida se le ha torcido en los últimos años. Su hija ha desarrollado problemas psicológicos que degeneraban en malos tratos a su hijo. A finales del año pasado el pequeño se cayó de un tercer piso y estuvo a punto de morir. Marleni tomó cartas en el asunto y pidió la custodia de su nieto. Trabajaba cuidando a una persona mayor todo el día, pero le dijeron que debía tener un trabajo que le permitiera cuidar al niño, y acudió a Cruz Roja. En unos meses recibió la formación del programa, y el 1 de junio ha empezado a trabajar para FCC en el servicio de limpieza de las calles de Ávila. El contrato es de cuatro meses y si va bien, se renueva. "Ahora trabajo de 8 a 15 horas, y por la tarde puedo estar con mi nieto. Estoy muy contenta, y nunca había ganado tanto dinero, 1.200 euros al mes", reconoce orgullosa.
Según el último informe de la Fundación Adecco, el 62% de los desempleados mayores de 55 años es parado de larga duración y el 75% cree que ya no volverá al mercado. Según el director general de la Fundación, Francisco Mesonero, "en este contexto de envejecimiento sin precedentes, no es de recibo que el desempleo senior se trate como una transición precaria a la jubilación: es imprescindible acompañarles en su recualificación profesional. Al mismo tiempo, el profesional debe abandonar la mentalidad inmovilista y asimilar el aprendizaje permanente como única vía para conectar con un mercado en continuo cambio”.
Pilar, José y Marleni han transitado el itinerario que dibujan los expertos, han actualizado sus habilidades, han adquirido nuevas competencias y han desafiado a los prejuicios sociales y empresariales. tes tenían experiencia ahora, además, tienen trabajo.