El mercado inmobiliario sigue en movimiento. Muestra de ello es que uno de los portales inmobiliarios más importantes de nuestro país ha dado a conocer cuáles son las zonas más buscadas para comprar vivienda. En Uppers hemos recogido sus conclusiones.
La demanda de vivienda refleja qué pretenden los españoles a la hora de comprar o de alquilar ya sean propietarios o no: la búsqueda de una casa en el pueblo de los abuelos; de un lugar aislado lejos de la ciudad para desconectar y pasar las vacaciones; de ese apartamento idílico frente al mar; o la vivienda definitiva en el extrarradio de las urbes por sus precios más asequibles, con mayor luminosidad y amplitud.
Fotocasa Research realizó unas 4.600 encuestas a posibles clientes que buscaban una vivienda en 2021 con la finalidad de arrendarla o adquirirla. Tras analizar los datos, el estudio destaca que el 30% de ellos centraba sus búsquedas en una capital de provincia, el 24% en un gran centro urbano y, en cambio, el 22% en una zona rural. De este modo, según la compañía inmobiliaria, las ciudades, ya sean grandes, medianas y pequeñas, siguen teniendo protagonismo en cuanto a la demanda en comparación con los demás segmentos del sector.
De esas 4.600 encuestas se extrae otra conclusión que es dónde residen o residían esos clientes antes de iniciar su búsqueda o comprar: el 30% en una capital de provincia, el 25% en un gran centro urbano, el 18% en una zona rural, el 16% cerca de la costa y otro 16% en el extrarradio de una gran urbe.
El estudio además ha enfrentado los datos de las ubicaciones previas de las residencias de los encuestados con los de las zonas de búsqueda de vivienda. Tal como afirma el análisis se ha incrementado en 4 puntos porcentuales el interés por los inmuebles de las zonas rurales, en otros 4 puntos porcentuales el interés por las viviendas situadas cerca de la costa y en 3 puntos porcentuales por aquellas situadas en el extrarradio de una gran ciudad.
También es significativo que las preferencias y las necesidades en cuanto al hogar de los ciudadanos ha cambiado con respecto a épocas anteriores. La demanda actual se centra en “mejorar las condiciones de vida a través de la compra de vivienda”. A su vez, los clientes están interesados en segundas residencias y en un tipo de casa donde prima la luz natural, los amplios espacios y la posibilidad de salir al exterior a través de una terraza, un porche o un jardín. Todos estos requisitos “se han vuelto lo más cotizado del mercado”.
Además, se demanda la búsqueda de tranquilidad y el bienestar a través de zonas ajardinadas y de más contacto con la naturaleza. En definitiva, esa intención de mejorar la calidad de vida “es más fácil de encontrar en la periferia que en el centro de una gran urbe”. Es por este motivo por el que sigue en auge la demanda de vivienda en zonas de playa, de costa y rurales donde localizar esa segunda vivienda o convertirla en residencia habitual.
Según el estudio, en cuanto a aquellos cuya intención es comprar para migrar de zonas urbanas a las periféricas, el 51% de los encuestados busca un lugar más tranquilo y el 38% aspira a una mayor calidad de vida. Por otro lado, el estudio desprende otra conclusión relacionada con el arrendamiento y la adquisición: un 35% de los clientes buscan alquilar en capitales de provincia y un 28% en los grandes centros urbanos, pero un 24% quiere comprar en zonas rurales, un 22% cerca de la costa y el 20% en el extrarradio de las grandes urbes.
La razón por la que los centros urbanos y las capitales de provincia tienen más atracción para el alquiler es que son zonas con mayores bases administrativas, educativas, empresariales o de ocio, aunque los precios de arrendamiento sean significativamente más altos con respecto al resto de ubicaciones. Así, el alquiler pierde protagonismo en esos otros lugares donde en cambio se incrementa el interés por comprar.
El análisis inmobiliario además muestra cómo los intereses cambian en función de la edad. En la juventud y hasta la madurez los mayores objetivos se centran en el trabajo y en la primera residencia. Después las perspectivas giran hacia una segunda residencia, el horizonte de la jubilación, la búsqueda de la naturaleza y localizaciones más tranquilas. De este modo, los menores de 45 años quieren comprar en el extrarradio de las grandes ciudades, en capitales de provincia y en grandes centros urbanos. Los que superan esos 45 años tienen un mayor interés por el entorno rural y la costa.