El precio de la vivienda en España alcanzaba los 1.910 euros el metro cuadrado en el mes de octubre, según datos del portal inmobiliario idealista, una cifra inasumible para muchas familias que carecen de los recursos para hacer frente a los gastos que conlleva hoy comprar una casa. Puedes haberte planteado adquirir un inmueble, pero a la hora de hacer cuentas llegas a la conclusión de que no te lo puedes permitir. Sin embargo, tienes una alternativa en la que encontrar pisos más baratos de los que se venden en el mercado libre: las subastas de viviendas.
Estas subastas judiciales suponen una gran oportunidad al ofrecer inmuebles con descuentos atractivos, llegando a ahorrarse hasta un 50% en algunos casos y evitando trámites como la tasación de la vivienda. Eso sí, hay que conocer un poco el sector en el que se quiere comprar y hacer gala de cierto sentido común. Se producen cuando una persona o entidad pide al juzgado la subasta de una vivienda para pagar una deuda que se ha podido contraer cuando el propietario no ha podido hacer frente a la hipoteca, según idealista. Hay disponibles desde pisos y casas en todas las comunidades de España hasta locales comerciales, vehículos de alta gama o parcelas.
Este tipo de inmuebles se publican en el portal de subastas del BOE, al que se puede acceder mediante certificado digital, DNI electrónico o sistema Cl@ve para visualizar las subastas activas por provincia. Es indispensable apuntarse al servicio de alerta de subastas para poder recibir información de las mismas. No podrán pujar los ciudadanos que trabajen para alguna Unidad de Recaudación Ejecutiva, los tasadores, los depositarios de los bienes subastados y los funcionarios implicados en el proceso de apremio que ha derivado en ese embargo.
Para poder participar hay que entregar entre el 5% y el 25% del precio del inmueble en concepto de depósito. Tras registrarte, podrás realizar la primera puja, de la cual recibirás un documento que muestre la oferta y todos los datos personales de la persona en cuestión. 20 días después de que la subasta se anuncie se publicará el resultado. Si resultas ganador tendrás otros 20 días adicionales para pagar el importe restante y convertirte en propietario del inmueble en cuestión.
Ten en cuenta que si rechazas la adjudicación perderás el depósito. Si no se te adjudica la subasta lo recuperarás y no perderás nada de dinero. Desde 2015 estas subastas se realizan online, por lo que no es necesario desplazarse para pujar. En estos procesos no solo se ponen a subasta inmuebles, también garajes, trasteros, coches, embarcaciones, electrodomésticos o joyas, entre otros.
Las subastas de viviendas también pueden conllevar algunos riesgos, como que los inmuebles tengan deudas con la Administración o estén ocupados. También puede ocurrir que compruebes que vas a necesitar gastos adicionales para su acondicionamiento. Por tanto, antes de decidirte a pujar en una subasta debes asegurarte de lo que te conviene. Estudia el expediente judicial, intenta visitar el inmueble para saber si se adapta a tus necesidades y cerciórate de si la casa tiene cargas registrales.
En el momento de la subasta ten paciencia y no pujes hasta el final. Ten en cuenta que en la última media hora de la subasta suele estar la clave. Fija claramente hasta dónde puedes llegar y traza un objetivo mínimo de ahorro en torno al 30 por ciento.