La limpieza de nuestra casa es seguramente la tarea doméstica principal junto con lavar la ropa o cocinar. No obstante, esto suele resultar ser bastante tedioso y pesado, que muchas veces da pereza realizar. Aunque seamos los reyes del orden y la limpieza, siempre hay unas zonas de casa que se nos olvida limpiar. Partes que se descuidan por ser menos visibles y que acumulan polvo sin que no demos cuenta. Así, por muy concienzudos que seamos con las tareas del hogar y nos empeñemos en tenerlo todo impoluto, es fácil olvidar ciertos rincones de la vergüenza. Estos son algunos de ellos:
Para las cortinas, recomendamos lavarlas unas dos veces al año. Para quitarle el polvo habitualmente, se puede pasar el aspirador o el rodillo quitapelusas de vez en cuando. Aprovechando la limpieza de las cortinas, hay que limpiar las barras. Cogen bastante polvo al estar en contacto diario con la luz del sol y el aire de las ventanas abiertas. Pueden limpiarse con un plumero o cepillo extensible de la aspiradora. Tened en cuenta el material del que está hecha para usar un producto u otro.
Es conveniente barrer y aspirar las alfombras, pero también desinfectarlas. En primer lugar, podéis pasar de un extremo a otro un limpia mamparas (como el de la ducha) para arrastrar la suciedad. Posteriormente, espolvoreáis bicarbonato durante una hora y se retira con el aspirador.
No hay que dejar que se acumule el polvo y la suciedad dentro del aparato porque puede estropearlo. Se debe limpiar frecuentemente con ayuda de la aspiradora, de manera suave y delicada.
Los bajos de la cama, el sofá y otros muebles grandes son sitios se olvidan y de difícil acceso. Para mover los muebles sin rayar el suelo, se puede poner papel de cocina o un trapo debajo de cada pata. Podéis limpiarlo con plumero, escoba o aspirador. Finalizad con un fregado.
Al ser de difícil acceso estos elementos, acumulan más polvo. Con cuidado de no romper las bombillas, limpiadlas con un plumero extensible o utilizad uno de los cepillos de la aspiradora.
Para limpiarlos, se pasa un trapo o paño por el cristal y todas las zonas de los marcos. También se asean de esta manera los espejos.
No hay que olvidar las tapicerías del sofá, butacas y otros asientos tapizados. Aunque estos elementos no se puedan desenfundar, con asiduidad debéis coger los cojines, sacudirlos y pasar el aspirador por todas las fundas. Para desinfectar y quitar malos olores, podéis hacer el truco de las alfombras, con bicarbonato y posteriormente pasar el aspirador.
Al menos una vez al año, sacad vuestra colección de libros y pasadles un plumero uno por uno. Antes de volverlos a colocar, limpiad las baldas y estantes con un trapo. Aprovechad esta limpieza para hacer inventario y deshaceros de los libros que ya no queréis. Podéis donarlos.
La acumulación de polvo, ácaros y otros gérmenes pueden afectar a vuestras alergias o crearlas.
Algunos consejos son:
En estos elementos suele acumularse polvo y ácaros. Son de difícil acceso y por eso cuesta ponerse a limpiarlos. Deben limpiarse mínimo un par de veces al año. Para limpiarlos con facilidad, utilizad un plumero. En el interior de los armarios se encuentran los zapateros, otro lugar que no se debe olvidar. Ahí se pone el calzado con el que se recogen, sin querer, todo tipo de gérmenes de la calle. Aseadlo cada uno o dos meses. Para evitar la suciedad, utilizad el felpudo de la entrada de la casa. El felpudo puede desinfectarse con bicarbonato el aspirador.