El ayuntamiento de Sepulcro Hilario, un pueblo en el que viven apenas 163 personas, está ofreciendo una casa con bar por 50 euros. Se trata de una casa de cuatro habitaciones que está siendo rehabilitada por el propio municipio y que antes pertenecía al médico del pueblo. Además, el inmueble cuenta con un bar equipado para entrar en funcionamiento y que los nuevos inquilinos deberán regentar. La oferta, llamativa, ha generado gran atención pero, como te contábamos aquí, no es la primera de este tipo.
Un ejemplo práctico de las diferencias económicas entre municipios españoles: mientras que en las ciudades de más de 100.000 habitantes la inflación del año pasado alcanzaba 7,3%, en los municipios con menos población fue del 10,8%. No parece mucho, pero esos poco más de tres puntos -apuntalados por la falta de servicios, infraestructura, comercio y en general lo que se conoce como 'oferta'- puede ser lapidaria para las personas mayores de 65 que son, muchas veces, los últimos del pueblo en la España vacía.
Es en ese contexto que el municipio de Sepulcro Hilario ha lanzado su llamativa oferta. En palabras de José Agustín García, el alcalde, se trata de un contrato de alquiler de cinco años renovable por el que la persona (o personas, ya que estamos) que se hagan cargo, deberán adelantar tres meses de alquiler: 150 euros. La vivienda tiene 300 metros, lo que equivale unos diez pisos en el centro de Madrid o Barcelona, y dispone cuatro dormitorios, salón y cocina. Desde el municipio aseguran que, además, se dispondrá de una ayuda para los inquilinos de 30-40 euros para la electricidad.
La necesidad, incluso la urgencia, de un bar en el pueblo de Sepulcro Hilario, tiene varias explicaciones que tiene que ver con la cultura española: los bares han sido, desde siempre, como el hogar de los pueblos: son os espacios a los que acude la gente a reunirse, dialogar y crear comunidad, especialmente cuando se trata de una zona con tan pocos habitantes en los que el riesgo de aislamiento y 'soledad no deseada' es muy grande. Por eso el bar ofrecido, que está dotado de cafetera, plancha, cocina y diversos complementos, además de terraza y un interior de 150 metros cuadrados, deberá permanecer abierto 11 a 17 y de 19 a 21.30 horas. Sin embargo, se pedirá a los nuevos vecinos que tengan una cierta 'flexibilidad' a la hora de cierre: los vecinos ya han esperado mucho el nuevo bar como para que ahora no les manden a sus casa pronto.