¿Cuántas ciudades amigables con las personas mayores hay en España?

Los mayores de 65 años son ya el 20% de la población, y se espera que en 2055 alcancen el 30,5%, números que evidencian la importancia de adaptar los espacios y servicios que se ofrecen a las necesidades de las personas mayores, asegurando su participación en la sociedad. En ese sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) impulsa desde 2010 la Red Mundial de Ciudades Amigables con las Personas Mayores, que tiene como objetivo contribuir a la creación de entornos físicos y sociales que promuevan un envejecimiento saludable.

Esta iniciativa está centrada en la acción local, abordando de manera integral los aspectos que afectan al día a día de pueblos y ciudades y promoviendo la participación de las personas mayores, teniendo en cuenta sus necesidades, opiniones y propuestas en el proceso de análisis y mejora de la localidad en diversos ámbitos. Una localidad amigable con el envejecimiento de caracteriza por:

  • Reconocer la diversidad de las personas mayores.
  • Respetar sus decisiones y opciones de forma de vida.
  • Promover una cultura de inclusión compartida por personas de todas las edades.
  • Anticipar y responder de manera flexible a sus necesidades y preferencias relacionadas con el envejecimiento activo.

Una cifra realmente baja

En España son ya 261 los municipios que forman parte de esta red de ciudades amigables, una cifra que realmente es baja si tenemos en cuenta que en nuestro país hay 8.132 municipios, según el INE. Esto significa que son poco más del 3% las ciudades adaptadas a las necesidades de los mayores.

Según la la guía del Imserso 'Evaluar los procesos de amigabilidad. Guía de recomendaciones para la Red de Ciudades y Comunidades Amigables con las Personas Mayores', para convertirse en una ciudad amigable es necesario atender ocho áreas de trabajo: espacios al aire libre y edificios, transporte, vivienda, participación social, respeto e inclusión social, participación cívica y empleo, comunicación e información, y servicios sociales y de salud. 

Cómo convertirse en una ciudad amigable con los mayores

Convertirse en una ciudad amigable con las personas mayores debe hacerse de forma continuada. Esto significa que el ayuntamiento que se adhiere a la Red adquiere el compromiso de trabajar para lograrlo progresivamente, mejorando los entornos y promoviendo un envejecimiento saludable y óptimo de la población.

Cuando se solicita la adhesión comienza un ciclo aproximado de cinco años dividido en cuatro fases:

  1. Creación de mecanismos para que los mayores participen en el ciclo de la Red a través de los Grupos Focales. Esto implica la realización de un diagnóstico inicial de amigabilidad y la adaptación de la localidad a los mayores.
  2. Implementación y seguimiento del Plan de Acción trienal para la ciudad, elaborado en base al diagnóstico inicial y las propuestas realizadas por los mayores.
  3. Evaluación de los progresos.
  4. Mejora continua. Según los resultados obtenidos en la fase anterior, los ayuntamientos podrán comenzar un nuevo ciclo de mejora continua, elaborando un nuevo Plan de Acción de hasta 5 años de duración.

Desde la web del Imserso destacan que "las ciudades podrán seguir perteneciendo a la Red mientras se comprometan a realizar nuevos ciclos de mejora continua siguiendo todas sus fases y siempre con la participación de las personas mayores".