Reconozcámoslo, el ventilador del horno es un gran desconocido para la gran mayoría de nosotros. Sabemos que es una función de nuestro horno, que está ahí, que servirá para algo… pero normalmente no sabemos exactamente para qué.
El ventilador de un horno sirve para distribuir y hacer circular el aire caliente en el interior del aparato. Gracias a esto y a la potencia de la resistencia, los alimentos se cocinan más rápidamente y de una forma más homogénea que en aquellos hornos que no tienen ventilador. ¿Por qué? Muy sencillo, el aire caliente llega mejor al interior de los alimentos, consiguiéndose una cocción más uniforme.
El ventilador del horno se encarga de repartir y hacer circular el aire caliente de la cavidad del horno. La resistencia calienta el aire hasta llegar a las temperaturas preseleccionadas en los distintos programas. El calor no se distribuye de manera homogénea y tiende a llegar primero a los lugares más cercanos a ella.
De la misma manera, el calor tiende a acumularse en la superficie de los alimentos y tarda en penetrar el tiempo suficiente para que la cocción acabe por no ser igual en la superficie y en el interior. Esto es lo que pasa en los modelos más antiguos de microondas. Sin embargo, con el ventilador, el calor se reparte por todo el horno por igual y penetra más fácilmente en las piezas de carne y pescado y así se cocina toda la pieza por igual.
Además de la función básica y de las distintas velocidades que puede tener el ventilador, es posible que en los modelos nuevos te encuentres con funciones específicas para distintos cocinados.
Los momentos en los que usar el ventilador son muchos, en cualquier plato que necesites un poco más de calor o calentar más rápido vas a necesitar ese aporte extra que supone el ventilador del horno. Por ejemplo, usa el ventilador para cualquier tipo de carne asada ya que reduce al mínimo el tiempo de cocción y además ayuda a cocinar gran parte de la grasa inferior de la pieza. De esta manera no quedan partes crudas y se conserva todo el sabor.
También es muy recomendado en repostería para facilitar que la masa, tanto si lleva levadura como si no, suba. Es por eso que resulta muy útil en bizcochos, magdalenas, pasteles e incluso en pan. Eso sí, en este caso conviene que no se use más de 10 minutos porque puede contribuir a que se resequen.
En cuanto a los pescados, también tiene su utilidad ya que al cocinarse sueltan vapor de agua y el ventilador lo pone en circulación e impide que se malgaste. De esta manera, el pescado se cocina sin perder nada de su jugosidad. En los hornos que tienen funciones para freír sin aceite puedes usar todas sus posibilidades para freír tanto verduras como carnes y pescados, logrando unos fritos más ligeros y más saludables. Freír los alimentos en el horno también es mucho más limpio y, sobre todo, mucho más seguro.
El ventilador del horno es un elemento especialmente útil cuando el uso de este electrodoméstico va más allá de platos básicos y muy esporádicos. Para este grado de utilización es buena idea decantarse por un horno convencional. Si ese no es tu caso y quieres ampliar las opciones en la cocina, el horno con ventilador consigue que los alimentos se hagan de manera más homogénea y rápida.