Imagina. Una pequeña isla con altas palmeras mecidas por la brisa del mar, una playa de arena finísima para ti solo, un agua transparente que avanza del verde al azul en el horizonte y una preciosa casa de madera blanca, con un porche donde dejar pasar las horas…
En Uppers no nos importaría escribir desde un lugar así para disfrutar del mar al terminar la jornada. Esto es un lujo para unos pocos que buscan emplazamientos donde refugiarse de la pandemia y desde los que seguir trabajando.
Ocean Shoteby's International Realty, agencia inmobiliaria especializada en propiedades exclusivas, ha informado de la venta de una isla privada en los Cayos de Florida en febrero pasado. Pero ¿cuánto vale una isla privada? Ésta en concreto, nada más y nada menos que 11 millones de dólares. Es la cantidad que ha pagado por ella su nuevo propietario.
La isla es tropical y forma parte de Los Cayos junto a otros 1.700 cayos que se extienden por más de 190 kilómetros, frente al extremo sur del estado de Florida en EEUU, entre el Océano Atlántico y el golfo de México.
El precio de venta del cayo era de 15 millones de euros cuando salió a la venta en 2019. Tras un descenso de cuatro millones, desde febrero de este año tiene un nuevo dueño.
La superficie del terreno es de una hectárea y en ella se reparten un pantalán para 15 barcos, una piscina, un lounge bar y las viviendas. La isla cuenta con una espectacular casa de estilo colonial de dos plantas y varios porches cubiertos. Además, junto a la construcción principal hay un apartamento para los invitados y un espacio de menor tamaño, como una casa de campo, destinada a celebrar comidas, fiestas y otros eventos.
En el interior de la casa principal se ha cuidado hasta el más mínimo detalle. Los espacios son modernos, pero confortables y cómodos. Combinan el metal de las barandillas de las escaleras y de algunos otros complementos con la madera de la carpintería de puertas y ventanas. El salón es dos alturas para acceder al porche de la planta baja y al porche de la segunda. Por su parte, la cocina es muy amplia con una isla en el centro para cocinar y desayunar y ya dispone de electrodomésticos de última generación. Desde ella también se accede al exterior. Además, el salón y la cocina comunican con un comedor de grandes ventanales que asoman al mar.
En total hay cuatro dormitorios, con un baño propio cada uno. El principal está en la planta baja. La comodidad es máxima gracias a un vestidor y a un pequeño salón con terraza independientes.